jueves. 25.04.2024

Estaba realizándose un tratamiento de otra enfermedad cuando notó un fortísimo dolor en un ovario. El médico que, en ese momento, estaba con ella decidió "suspender el tratamiento, hasta que me viese un ginecólogo y detectase por qué sufrí ese dolor tan grande" en ese momento. Así lo cuenta a Ceuta Televisión una mujer, que de momento prefiere permanecer en el anonimato.

 

La protagonista de esta historia, de mediana edad, siguió los pasos habituales. "Pedí cita con mi médico de cabecera, le expliqué los trámites para que luego me derivase al ginecólogo. Pasados unos días, y al ver que nadie me daba ninguna respuesta, decidí volver a mi Centro de Salud, pensando que se les había olvidado tramitar la cita o que había algún problema informático".

 

Nada más lejos de la realidad: "la señora que me atendió me dijo, bastante avergonzada, que mi cita era para el dos de junio". Algo que, obviamente, no sentó muy bien a esta mujer: "si lo que tengo es un cáncer ¿como estaré el dos de junio?", se pregunta, tajante.

 

Ha interpuesto un queja ante el defensor del paciente y, "obviamente, no voy a quedarme quieta, tratándose de un asunto tan delicado". Probablemente, "y pese a pagar mis impuestos, tenga que ponerme en manos de la sanidad privada, para que me diagnostiquen. Yo, afortunadamente, dispongo de recursos para ello pero ¿qué pasa con otras personas que se encuentren en esta situación y no puedan?", se pregunta.

 

Incluso, según sus propias indagaciones "mi espera es, aún, corta, puesto que se están dando citas para noviembre o diciembre... de 2022", afirma.

Pide cita en octubre con su ginecólogo y se la dan para el próximo mes de junio