Este invierno está siendo especialmente lluvioso en Ceuta, lo que se está notando en los pantanos. Y es que si durante el pasado verano tanto el Renegado como el Infierno llegaron a estar por debajo del 40% de la capacidad -a la falta de precipitaciones hubo que unirle la entrada en funcionamiento de ambos por el plan de ahorro energético y para compensar gastos de la Desaladora-, en esta ocasión habría que hablar de cifras desconocidas en los últimos años.
En general, los pantanos de Ceuta se encuentran al 67'40% de su capacidad total, según los datos de la Confederaicón Hidrográfica del Guadalquivir. Esto supone que entre el Renegado y el Infierno suman 1.648.000 hm2 de los 2.244.000 que tienen establecido como tope máximo.
El Renegado, el que tiene más capacidad de los dos, supera por primera vez en años el millón de hectómetros cúbicos. Concretamente, se sitúa en 1.049.000, lo que equivale a una ocupación del 63'75% de su 1.645.000 máximos.
Por su parte, el embalse del Infierno presenta un mayor porcentaje de ocupación. Los 404.000 hm2 acumulados suponen un 67'40% de los 599.000 que tiene fijados como capacidad máxima.
Son datos en tiempo real, y por tanto susceptibles de sufrir pequeñas modificaciones, pero dejan atrás la posibilidad de que los embalses de Ceuta se queden sin agua, o con agua insuficiente para cumplir con su función de auxiliar a la Planta Desaladora en cuanto a la producción y distribución de agua para el consumo humano.
