El viento ha comenzado a hacer estragos en la ciudad, dejando a su paso una estela de daños materiales. Esta mañana, varios contenedores ubicados en las cercanías de la Estación de Ferrocarril fueron arrastrados por la fuerza del viento y terminaron volcados en las calles, dificultando el tránsito peatonal y de vehículos en la zona.
Además, algunas farolas resultaron dañadas debido a la intensidad del viento, especialmente aquellas situadas frente a la iglesia de África, que sufrieron desperfectos en su estructura. Estos incidentes han generado preocupación entre los vecinos y autoridades locales, quienes trabajan para solucionar los problemas ocasionados por las condiciones climáticas adversas.
El Instituto Nacional de Meteorología informó que el pico máximo de viento registrado alcanzó los 109 km por hora a las 07:10 horas de esta madrugada, advirtiendo sobre la persistencia de condiciones climáticas desfavorables en las próximas horas. Se recomienda a la población tomar precauciones y evitar transitar por zonas expuestas al viento mientras persistan estas condiciones meteorológicas adversas.
126 incidentes por vientos fuertes
Desde la noche de ayer hasta el las 21.00 de hoy, el Servicio de Emergencias 112 han registrado 126 avisos relacionados con los fuertes vientos que azotan a Ceuta. Se reportan riesgos de caída de carteles, contenedores desplazados y caída de cascotes, entre otros incidentes. Afortunadamente, hasta el momento, no se han reportado daños personales en ninguno de los incidentes, lo cual es un alivio para la comunidad.
Ante esta situación, todos los organismos de emergencia están en alerta máxima para responder a cualquier eventualidad que pueda surgir. Se han tomado medidas preventivas, como la orden de precintar los parques y la plaza de África, con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos en medio de las condiciones climáticas adversas.
Se insta a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a seguir las indicaciones de las autoridades en caso de necesitar asistencia o enfrentarse a situaciones de riesgo debido a los vientos fuertes que afectan a la ciudad.