miércoles. 24.04.2024

Bigote Alfa

El pasado jueves ha muerto víctima de un paro cardíaco una de las grandes estrellas del Hollyood de los setenta y principios de los ochenta. El conocido Burt Reynolds ha dejado de latir con 82 años y un largo historial de éxitos, polémicas y también bastantes y sonados resbalones profesionales. Se sabía que su corazón no andaba bien, había sufrido problemas cardiacos durante los últimos años, y en febrero de 2010 había sido intervenido quirúrgicamente para someterse a una cirugía cardiaca mayor; así las cosas,  su estado físico limitaba sus apariciones públicas y daba que hablar sobre su salud en cada ocasión que se dejaba ver. Y, en efecto, finalmente algo no le carburó por ahí dentro a Reynolds…

 

Icono del ya trasnochado cine de machirulo alfa con poblado mostacho y muchos pelos visibles en el pecho, el actor protagonizó una época de reinado marcando estilo en la gran pantalla con títulos como Los caraduras, Rompehuesos, Los traficantes, Deliverance, o Boogie Nights, por la que recibió una nominación al Oscar en 1997, otra a los Premios BAFTA y por la que fue galardonado con un Globo de Oro en la categoría de mejor actor de reparto por su interpretación del director de películas porno Jack Horner.

 

A pesar de la edad y el frágil estado de salud, no dejó de trabajar, y tan sólo hace unos meses el gran Quentin Tarantino anunció que había fichado a Reynolds junto a Tim Roth, Kurt Russel, Michael Madsen, Leonardo DiCabrio y Brad Pitt para su novena película, Once Upon a Time in Hollywood, cuya fecha de estreno prevista es en verano de 2019.

 

Sin embargo, teniendo un nutrido historial a sus espaldas, Reynolds es sobre todo conocido por ser seguramente el actor que más papeles ha rechazado que se han convertido después en rotundos bombazos. Porque muy espabilado escogiendo trabajos no era el hombre, con todo el respeto a un señor que ya no está vivo pero también toda sinceridad. Y a la larga y espeluznante lista de negativas profesionales tenemos que remitirnos, porque no todo el mundo puede “presumir” de haber dejado pasar el tren de convertirse en el protagonista de La jungla de cristal (para regocijo de Bruce Willis) o Taxi driver (aún le da las gracias Robert De Niro). Ahí no queda la cosa. A Richard Gere le hizo un favor dando de lado el papel del millonario de Pretty Woman, y a Jack Nicholson le puso en bandeja con su negativa los de Alguien voló sobre el nido del cuco y La fuerza del cariño (dos futuros oscars ganados por Nicholson). Sorprendente, ¿verdad? Pues hay más. Abandonó el proyecto de interpretar a Michael Corleone en El padrino (!!) porque Marlon Brando lo vetó, y no aceptó tampoco la propuesta de un desconocido George Lucas para hacer en su Star Wars de ¡Han Solo! (le cambió la vida a Harrison Ford). Pero sin duda y según desveló en su momento la revista Variety, el papel del que más se arrepintió Burt Reynolds de no haber aceptado es el de James Bond, después de que Sean Connery se retirara de la saga, “porque el público no aceptaría que un actor estadounidense interpretara a 007”. Genio, figura y torpeza infinita, cuando lo que pudo ser es mucho más de lo que fue. Descanse en paz, mostacho alfa.

 

JUAN CARRASCO DE LAS HERAS [email protected]

Bigote Alfa