Sin alarmismo ni muestras de preocupación exageradas, más allá de la lógica intranquilidad por la noticia de que quince docentes del colegio al que acuden sus hijos a recibir educación, el Colegio Lope de Vega, han quedado confinados – un docente positivo por coronavirus, y el resto a la espera de los resultados de las pruebas PCR – los padres han llevado a sus hijos al colegio con normalidad.
Con el concepto de lo que se entiende por nueva normalidad. Un en la que subyace la intranquilidad por un posible contagio, pero que se ampara en los protocolos de seguridad para aprender a vivir con la enfermedad.
Tras los comentarios iniciales de los días previos al comienzo del curso, donde muchos padres se mostraban reticentes a llevar a sus hijos a clase, la impresión general de los progenitores que acuden, es que hay pocas ausencias, y que los protocolos, al menos en el Lope de Vega, se están llevando con mucho rigor. Protección civil, o Cruz Roja, realizan controles y se ha concienciado a los alumnos de las cuestiones básicas, como no quitarse la mascarilla.
Además, gran parte de la calma que se percibe en los padres, se ha logrado gracias a la confianza que les han trasmitido los docentes del centro, y del propio testimonio de sus hijos, quienes parecen que están asumiendo la situación con mayor facilidad que muchos de los padres.
El sentir general de los padres con los que Ceuta Televisión ha podido conversar, es que no ha habido una reacción importante a la noticia del aislamiento, más allá de resaltar que existe riesgo, pero existe riesgo en todas partes, dicen, y los niños necesitan ir al colegio, por lo que, intranquilos o preocupados por la posibilidad de un contagio, se resignan a que hay que aprender a vivir con el coronavirus, al menos por un tiempo.