¿Debe el Gobierno prohibir el uso del móvil en colegios e institutos? Este es el melón que ha abierto la propuesta que la ministra de Educación, Pilar Alegría, elevará al Consejo Escolar del Estado para que el uso cero de estos dispositivos tanto en Primaria como en Secundaria. Una propuesta que cristaliza las reivindicaciones de algunos grupos de padres y docentes y que implica regular desde las más altas instancias el uso de un instrumento que los adultos no dejamos de emplear en nuestro día a día, muchos incluso para agilizar nuestro trabajo.
La propuesta no ha dejado de generar reacciones en las últimas horas, de ahí que desde Ceuta Televisión nos hayamos puesto en contacto con docentes y padres para conocer, de primera mano, qué opinan de una posibilidad que tiene visos de convertirse en realidad en apenas unos meses.
“El móvil, en la mayoría de casos, interfiere en la educación”
Francisco Lobato, presidente de la Junta de Personal Docente en funciones (la salida de las últimas elecciones no se constituirá hasta principios de año), es claro “el móvil, en la mayoría de los casos, interfiere en la educación, los críos están pendientes del teléfono y los datos dicen que acrecienta los casos de bullying” pero recuerda que “este es un tema que se lleva debatiendo años y en el que ha habido cambios de postura, incluso por parte de la ministra que hace un mes no se mostraba favorable a una medida de este tipo”. Y es que, señala el representante de los docentes no universitarios en nuestra ciudad, “hay muchos docentes que están haciendo un uso idóneo de esta herramienta, consiguiendo la atención de los alumnos que no atienden de otra manera”. Es por ello, explica, que situarse “en blanco y negro en este tema es muy complicado”.
Para Lobato, lo idóneo pasa por establecer una diferencia entre colegios e institutos, prohibiendo totalmente el uso en los primeros, mientras que se deje a criterio de los docentes y siempre para aspectos educativos en los segundos. Eso sí, advierte, habría que regular de forma adecuada las excepciones, como los casos en que el dispositivo móvil se convierte en una prolongación del tratamiento médico, como sucede con los menores diabéticos, que controlan desde el mismo la lectura de glucosa.
Respecto a que haya que llegar a una regulación por parte del Ministerio, el presidente de la Junta de Personal Docente en funciones apela a cuestiones de discriminación que podrían darse entre alumnos y centros si se dejará tomar la decisión final a autonomías, direcciones provinciales, centros o incluso docentes, por lo que considera más adecuado partir de una norma básica que garantice la igualdad entre todos los alumnos del país.
Prohibición, sí pero más laxa en Secundaria
En la misma dirección, la de la conformidad pero con ciertas salvedades, se manifiesta una de las dos asociaciones de madres y padres de nuestra ciudad, la FAMPA Cuatro Culturas que considera “oportuno y acertado el veto de llevar móviles al centro educativo en Primaria”, recordando que “muchos especialistas ya se han pronunciado al respecto, entendiendo que la edad más idónea para uso de dispositivos móviles debería situarse en torno a los 16 años”.
Para los representantes de los padres, la prohibición del móvil podría ser beneficiosa para aspectos como el respeto, el comportamiento y la seguridad escolar, ya que se reducen y evitan distracciones que afectarían a la concentración y atención del alumnado, a la vez que serviría para prevenir el ciberbullying y las ya cada vez más existentes adicciones al móvil.
Respecto a Secundaria, han explicado, entienden que la prohibición del móvil tendría los mismos beneficios si bien, han señalado, “la restricción de móviles podría ser en cierto sentido más laxa, considendo adecuada su prohibición en horario lectivo y tiempo de recreo y salvo que sea necesario su uso para algún fin educativo”, momento en que podrían autorizarse, convirtiéndose en una herramienta más.
Una de las preocupaciones de los padres respecto a su posible prohibición en esta segunda etapa pasa por la mayor autonomía que adquieren sus hijos a esas edades, transmitiendo muchas familias que “por ciertas circunstancias, el móvil resulta eficaz y necesario para comunicarse con los padres a la salida del centro, pueden hacer uso de él en caso de necesitar ayuda o para localizarlos, aumentando su percepción de seguridad”. Es por ello que desde la FAMPA Cuatro Culturas consideran que los alumnos en esa etapa educativa “podrían llevar el móvil, pero manteniéndolo apagado hasta la salida o bien depositándolo en un lugar destinado a ello, hasta que acaben las clases”.
La formación, clave en la prevención de los malos usos
En cualquier caso, insisten los padres, en una sociedad cada día más digital “es importantísimo fomentar y proporcionar programas formativos en seguridad y privacidad digital”. Es por ello, han recordado, que “FAMPA Cuatro Culturas, ya viene realizando desde hace tiempo un programa de Escuelas de Familias, ofertando entre las AMPAS de los centros educativos temas de interés como 'TICs espacios seguros'”. Esta formación, han explicado, versa sobre educar y concienciar en el uso responsable de las nuevas tecnologías y enseñar a comportarse autónoma y responsablemente y en la prevención de los posibles peligros y riesgos del mal uso de TICs, así como ofrecer estrategias y pautas para su protección.
