En una misiva que destila inquietud y esperanza en partes iguales, ADESCE extiende sus felicitaciones a la recién nombrada Ministra de Sanidad, Mónica García. Sin embargo, entre líneas, se devela una preocupación profunda por la deriva decadente de la Sanidad Pública en Ceuta, que se ha convertido en un asunto de extrema urgencia.
Con el tinte de una carta marcada por el desasosiego, la asociación describe un panorama sanitario que, si bien ha sido discutido en círculos políticos y administrativos, permanece en un declive continuo. Desde los albores de su creación en 1996, ADESCE ha alzado la voz en pro de la Salud Pública, siempre con la esperanza de fortalecer los cimientos de un sistema que se encuentra en un estado crítico y que reclama con urgencia la atención de las autoridades.
El relato se sumerge en la cronología de un sistema sanitario fragmentado, heredero de una división competencial entre dos administraciones. Este desdoblamiento ha dejado a Ceuta en una situación de precariedad sanitaria, donde los indicadores reflejan un escenario desolador. Los problemas de asistencia se vuelven recurrentes, dependiendo más de compromisos de pago que de compromisos reales de atención médica.
La carta, escrita con el ánimo de llamar a la acción, revela un episodio desolador: la prolongada huelga de los médicos, quienes claman por mejores condiciones laborales. La falta de personal facultativo y la carencia de especialistas en la región se convierten en una triste realidad que deteriora la atención sanitaria de la población ceutí.
Con la convicción de que la Ministra García puede ser la voz que conduzca hacia soluciones, ADESCE hace un llamado conjunto a las autoridades correspondientes para que aborden la situación de Ceuta en materia de Salud Pública. La carta, redactada con la esperanza en cada palabra, refleja la confianza depositada en la figura de una ministra comprometida y en la necesidad imperante de atender una crisis sanitaria que clama por respuestas.
