La polémica está servida. Desde las 00.00 horas de hoy, por Real Decreto, han entrado en vigor las medidas anunciadas por el Gobierno central para ahorrar energía. El reto es importante: la guerra en la ex Unión Soviética no sólo es un drama en tanto que guerra, por definición, sino que además encarece considerablemente el precio del gas y del petróleo. Añadámosle la peculiar situación energética de España: la energía nuclear es casi una anécdota, el petróleo nos llega de lugares tan estables como el Golfo Pérsico o Venezuela y uno de nuestros principales suministradores gasísticos, Argelia, no se ha tomado precisamente bien el cambio de postura sobre el Sáhara occidental adoptado hace unos meses por el Gobierno central.
La Unión Europea pide a sus Estados miembros atesorar un 80% de reserva gasística antes de la llegada del invierno, que aunque el calor nos apriete en términos de previsión y macroeconomía es inminente. En el caso de España, apenas faltan unos puntos, pero no llegamos a esa cantidad. De ahí surge un decreto que ya se ha empozoñado con la lucha partidista: comunidades como Madrid anuncian recursos ante el Constitucional y desde el Gobierno se tilda de insolidarias a aquellas regiones que discrepen.
A lo que íbamos, a lo que nos interesa como ciudadanos: desde la pasada medianoche, si usted tiene un comercio o empresa con atención al público, no podrá bajar el aire acondicionado de los 27 grados. Eso ahora, con el verano: en invierno no podrá poner la calefacción a más de 19.
Es lo más llamativo. Pero no lo único. En algunas líneas férreas, sobre todo las de cercanías, habrá 'gratis total', para enfado de las líneas de autobuses. Los alumbrados ornamentales deberán estar apagados mientras dure el actual Decreto: noviembre de 2023. No es un error mecanográfico. Estas medidas tienen vigor de año y medio. Las luces de los edificios públicos deberán estar apagadas mientras no haya nadie dentro.
Y prepárense para otra novedad: el cierre automático de las puertas de acceso a los comercios, obligatorio desde el próximo 20 de septiembre, para aprovechar esa energía que se pierde al abrir y cerrar puertas.
Quedan las medidas que pueda implementar cada autonomía. En el caso de la Ciudad Autónoma, están por conocerse. Pero el decreto ya está en vigor, y es de obligado cumplimiento. Por cierto: las sanciones, de hasta 60.000 euros aunque se da por hecho que las autonomías no las aplicarán y el Ejecutivo apuesta "por la concienciación" (Teresa Ribera, vicepresidenta 3ª dixit) antes que por la sanción. De momento, en los hogares no hay más limitación que la que estemos dispuestos a asumir en función de la factura que paguemos. De momento...
