La gratuidad de los Libros de Texto del alumnado que cursa los tramos de educación obligatoria, es un objetivo reiteradamente manoseado, que forma parte recurrente del debate político en este Pleno desde hace al menos una década.
Todo el mundo parece coincidir en la afirmación de que es necesario hacer efectivo el principio de "enseñanza gratuita" de forma que la exención de la matrícula se haga extensiva a los libros y materiales precisos para desarrollar los procesos de enseñanza aprendizaje. Sin embargo, nunca se logra. Gobierno del PP, siempre reacio a llevar a cumplir este objetivo, lo suele utilizar como "moneda de cambio" en función de sus propios intereses.
Así lo hizo con el PSOE en su día. Y así lo ha hecho en el presente ejercicio con Ciudadanos. Con la intención de que este partido, futuro aliado de Gobierno cuando pierdan la mayoría absoluta, pueda presentar ante opinión pública "algún logro", aceptó una enmienda para incrementar la dotación final y "avanzar gradualmente en este objetivo".
A la hora de la verdad, dicen los localistas, las bases publicadas ofrecen muy pocos cambios. Un texto plagado de ambigüedades y condicionales que en lo fundamental se mantiene inalterado. La "ayuda" de 130 euros por alumno o alumna en los primeros cursos de primaria es manifiestamente insuficiente, en ningún caso estos libros baja de un importe superior a los 200 euros. La restricción de las ayudas previstas en secundario a las "materias instrumentales" es una forma indirecta de decir que la ayuda sólo alcanza al 60% aproximadamente del coste del material.
Es por ello que Caballas, en la próxima sesión de control al Gobierno, exigirá al Pleno los motivos por los que las Ayudas previstas en las bases del Banco de Libro no alcanzan al coste total de los libros y material que debe sufragar cada alumno haciendo efectivo el principio de gratuidad; disponiendo de fondos para ello, por ejemplo destinando a esta causa el superávit presupuestario anunciado por el Gobierno.
