En torno a 150 denuncias por violencia machista se han presentado en Ceuta durante el primer semestre del año. Son datos del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad que, de alguna manera, consolidan la tendencia de los últimos años como cuenta Mar Feria, responsable de la Unidad de Violencia de la Delegación del Gobierno.
Feria insiste en algo que debiera estar ya superado: no hay ningún patrón (edad, extracción social, capacidad económica) que identifique previamente tanto a potenciales víctimas como a posibles maltratadores.
La responsable de la Unidad de Violencia de Género vuelve a poner el acento en las chicas jóvenes, en confundir la preocupación por la pareja con los celos y el control obsesivo. En querer saber que ocurre en cada momento, en los efectos perniciosos de los célebres “iconos azules” que indican que nuestro mensaje de WhatsApp ha sido visto. Y sobre todo con una cierta tendencia a intercambiar fotos subidas de tono con motivo de celebraciones como las de San Valentín.
Y una estadística que, desde luego, ojalá nunca se actualice: Ceuta lleva nueve años sin registrar una víctima mortal por violencia de género. Desde que comenzó el registro, en 2003, sólo se han producido dos casos