Ya los había presentado en rueda de prensa y este miércoles le ha correspondido hacerlo ante los grupos políticos en el debate para la aprobación inicial del Presupuesto General de la Ciudad. Kissy Chandirama ha abierto el mismo destacando, en primer lugar, las dificultades que supone elaborar un documento presupuestario sin conocer los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.
Estos presupuestos, ha continuado, que son los últimos de la legislatura, pretenden culminar los proyectos y planes que los ceutíes encomendaron con sus votos al PP en las elecciones de 2015.
Unos presupuestos, ha explicado Chandiramani, que consolidan el incremento en los ingresos que se reciben del Estado y en los que no se tiene previsto una subida de los impuestos, manteniendo la presión fiscal de los ceutíes en cotas muy por debajo, ha señalado, de la media nacional.
En lo que se refiere a los gastos, la consejera de Hacienda ha puesto sobre la mesa los tres pilares en los que se basa el documento presupuestario: el bienestar social, los servicios públicos y la seguridad. Precisamente, Chandiramani ha destacado como de cada 100 euros del Presupuesto, 38 se destinan a gastos de personal, 42 a gasto social y 20 a obra pública y mejora del tejido productivo de la ciudad.
Precisamente, respecto a la obra pública, la consejera ha destacado que durante este mandato se ha recuperado el vigor de la misma, cifrando en 114 millones el esfuerzo inversor durante los últimos años.
No han quedado fuera del discurso de la consejera las referencias a la situación relativa a los Menores Extranjeros No Acompañados o los acuerdos para las rebajas del precio del barco.
Unos presupuestos ha insistido la consejera con los que el Gobierno quiere hacer ver “la estabilidad, la prudencia y la solvencia” que el caracteriza.
