viernes. 26.04.2024

El senador de Compromís, Carles Mulet, inició en 2020 una campaña para exigir la retirada de la denominación Juan Carlos I de" todo el callejero o espacios públicos del Estado después de su huida para no hacer frente en España a sus casos de corrupción", recuerdan los regionalistas en un comunicado. En relación a Ceuta, fueron mencionados tanto el CEIP Rey Juan Carlos I como la Escuela Infantil Juan Carlos I.

El parlamentario de Compromís preguntó entonces al Gobierno por las medidas "para que estos elementos tengan un nombre digno, que no ofenda a los contribuyentes del Estado", respondiendo el Ejecutivo que "los centros dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia tendrán la denominación específica que apruebe dicho Ministerio a propuesta del Consejo Escolar y con informe favorable del Ayuntamiento. Por tanto, de acuerdo con lo estipulado en la normativa de referencia, concretamente en el punto 1 del artículo citado, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) no puede emitir resolución alguna sobre procedimientos no iniciados. Madrid, 07 de diciembre de 2022".

Para el senador valencianista " la respuesta deja claro que es competencia del Consejo Escolar, el que debe valorar si quieren que sus hijos e hijas vayan a un colegio que lleva por nombre el de un fugitivo y que sería un delinquente de no tener inmunidad por estar en una monarquía bananera como la española donde no todos somos igual ante la ley"

En opinión de Mulet, "más allá de las convicciones republicanas o monárquicas, o de la suerte que le depare a Juan Carlos de Borbón en los tribunales, si sus actuaciones han sido delictivas o no, si han prescrito o no los posibles delitos, si le ampara o inmuniza o no que estos delitos se hayan cometido siendo monarca o si esa impunidad se perpetua siendo emérito, nos tocó asumir la hipoteca franquista del escogido por Franco como jefe del Estado para poder pasar página en falso, y cerrar la etapa dictatorial, asumir una monarquía de una familia siempre corrupta fue parte del precio a pagar a cambio de la democracia. Ahora se ha demostrado Juan Carlos ha sido corrupto como todos sus predecesores, y que esta condición seguramente la llevan en el ADN. Por ello, más allá de suerte judicial, éticamente esta persona ha sido una vergüenza y no nos merecemos lleven ninguna calle ni nombre y muchos menos un centro educativo".
Para Mulet "Juan Carlos éticamente no merece ningún reconocimiento ni consideración, la historia una vez superados los complejos y la falsa hagiografía de esta persona, se atreverá seguramente a explicar su papel cómplice en el golpe de estado del 23F, ahora tema tabú. Su comportamiento como jefe de Estado ha estado una vergüenza, ha usado su cargo representativo para enriquecerse presuntamente de manera ilícita y nos ha hecho pagar con dinero público su incontinencia sexual, es el momento de borrar su memoria de todos los espacios públicos, y ya tenemos la manera".

El Gobierno responde a Compromís que serán los Consejos Escolares los que decidan si...