26 de julio de 2024, 8:00
El interventor municipal lo ha dejado con Acemsa, la sociedad municipal que suscribió 233 contratos menores el pasado año y en los primeros cuatro meses de 2024 ya llevaba alrededor de ochenta. José María Caminero ha decidido delegar su labor en el Consejo
de Administración de la empresa del agua, aunque bajo su responsabilidad sigue quedando la fiscalización de los contratos mayores. La Ciudad viste de absoluta normalidad la ocurrido. Sin embargo, fuentes del seno del propio Gobierno deslizan que podría haber mantenido diferencias con el consejero de Fomento, Alejandro Ramírez. Mientras, algunos de los partidos de la oposición argumentan que Caminero comparte con ellos la crítica hacia el modelo que ha llevado a abusar de manera desmedida de los
contratos menores.
La salida de Caminero de Acemsa encuentra numerosas explicaciones según a quién se le pregunte. La Ciudad se escuda en que es perfectamente normal y que ya tiene delegadas sus competencias en otras sociedades municipales. En esa línea, fuentes sindicales valoran que puede tratarse de una decisión monetaria: "Cobra un dinero por ir a cada Consejo de Administración, pero tiene un tope, entonces igual no interesa ir a todos", teoriza uno de los consultados.
Chocan estas dos opciones con lo que dicen desde el interior del propio gobierno municipal del PP. Allí se habla de un enfrentamiento con Ramírez. De diferencias entre ellos que habrían llevado a Caminero a querer involucrarse lo mínimo en la firma municipal encargada de la gestión del agua.
Y no es de extrañar. Los populares consiguieron sacar adelante las cuentas de Acemsa gracias al apoyo de su socio permanente en esta legislatura, el MDyC. No las apoyaron ni el PSOE, ni Vox, ni Ceuta Ya!. El motivo, precisamente la enorme cantidad de contratos menores que aparecieron en 2023, hasta 233 adjudicaciones directas -de hasta 40.000 euros cada una- por un valor de diez millones de euros. Esta forma de operar,basada en evitar el concurso público de manera generalizada, se mantiene en 2024 y hasta abril la sociedad ya había suscrito casi ochenta. Esto lleva a pensar a algunas formaciones de la oposición que Caminero no esté de acuerdo con la forma en la que se está gestionando la sociedad, compartiendo sus recelos y empujándole a echarse a un lado.
de Administración de la empresa del agua, aunque bajo su responsabilidad sigue quedando la fiscalización de los contratos mayores. La Ciudad viste de absoluta normalidad la ocurrido. Sin embargo, fuentes del seno del propio Gobierno deslizan que podría haber mantenido diferencias con el consejero de Fomento, Alejandro Ramírez. Mientras, algunos de los partidos de la oposición argumentan que Caminero comparte con ellos la crítica hacia el modelo que ha llevado a abusar de manera desmedida de los
contratos menores.
La salida de Caminero de Acemsa encuentra numerosas explicaciones según a quién se le pregunte. La Ciudad se escuda en que es perfectamente normal y que ya tiene delegadas sus competencias en otras sociedades municipales. En esa línea, fuentes sindicales valoran que puede tratarse de una decisión monetaria: "Cobra un dinero por ir a cada Consejo de Administración, pero tiene un tope, entonces igual no interesa ir a todos", teoriza uno de los consultados.
Chocan estas dos opciones con lo que dicen desde el interior del propio gobierno municipal del PP. Allí se habla de un enfrentamiento con Ramírez. De diferencias entre ellos que habrían llevado a Caminero a querer involucrarse lo mínimo en la firma municipal encargada de la gestión del agua.
Y no es de extrañar. Los populares consiguieron sacar adelante las cuentas de Acemsa gracias al apoyo de su socio permanente en esta legislatura, el MDyC. No las apoyaron ni el PSOE, ni Vox, ni Ceuta Ya!. El motivo, precisamente la enorme cantidad de contratos menores que aparecieron en 2023, hasta 233 adjudicaciones directas -de hasta 40.000 euros cada una- por un valor de diez millones de euros. Esta forma de operar,basada en evitar el concurso público de manera generalizada, se mantiene en 2024 y hasta abril la sociedad ya había suscrito casi ochenta. Esto lleva a pensar a algunas formaciones de la oposición que Caminero no esté de acuerdo con la forma en la que se está gestionando la sociedad, compartiendo sus recelos y empujándole a echarse a un lado.