La obra de la Gran Vía se hará de forma gradual para ocasionar "las menores molestias posibles" a los empresarios y hosteleros. Lo ha afirmado el consejero de Fomento, Néstor García León, que ha comparecido tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno. El edil autonómico ha referido que en ningún caso se van a cerrar negocios, ya que la obra se desarrollará de manera que afecte lo menos posible y en contacto con los agentes económicos como Cámara de Comercio y Confederación de Empresarios. García León ha explicado que la opción planteada por algunos hosteleros de eximirles de pagos de terrazas es una de las que se barajan, aunque no la única, para compensar por posibles daños.
El consejero ha señalado igualmente que en próximas fechas se va a aprobar, tras consultar con entidades y empresarios, una ordenanza reguladora de la decoración y el boato de los negocios de la Gran Vía.
Por último, señaló no temer la demanda presentada por Caballas. Afirma que jurídicamente no alberga ningún temor, aunque si lamenta que Caballas se oponga "a todo lo que sea bueno" para Ceuta, en referencia a las reticencias mostradas por el partido localista a la obra del Díaz Flor.