“El coste de oportunidad es claro. Todas las compañías que intenten utilizar la inteligencia artificial para optimizarse van a tener una ventaja competitiva con respecto al resto. Y las que no lo utilicen tendrán que ir adaptándose. Esa ventaja va a ser durante una ventana de tiempo porque al final todos acabaremos implantando antes o después estas tecnologías, pero el que acelere un poco más va a tener una ventaja respecto a su competencia”, ha explicado Abad.
Y no hay que pensar sólo en grandes compañías, también una autónomo o una micropyme puede sacarle provecho.
“Hay dos formas de implantar la inteligencia artificial. Una es a través del copilot para tu eficiencia personal y también para optimizar los procesos que usen las compañías como el análisis o la generación de documentos. Cualquier compañía sea grande o pequeña puede explotar toda la generación y análisis de documentos”, apunta Abad.
Procesos que se automatizan y que entregan a cambio tiempo para otras cosas a los trabajadores y responsables de las empresas.
Y trabajos que permiten hacerse desde cualquier parte del mundo para prestar servicios en cualquier parte de mundo. Una coyuntura que sirve para abrir nuevas oportunidades de negocio en Ceuta, y que se suma a las ventajas fiscales que ya existen en la ciudad.
Una fiscalidad favorable que Abad asegura que en su empresa van a analizar por si le pueden sacar provecho y acaban abriendo sede en Ceuta. Aunque reconoce que la compañía ahora mismo lo que está es restando presencia en edificios en la amplia red de oficinas que tienen ya desplegada por toda la península.