martes. 15.10.2024

En aquel colegio de los Maristas de Valencia, un joven alumno miraba al mapa de España con curiosidad. Le llamaba la atención un detalle en concreto: Ceuta. "Con el paso de los años, y cuando me fui haciendo mayor, iba teniendo contacto con gente que había hecho aquí la mili obligatoria, con personas que habían estado destinadas... Hasta que en 1999 hubo un relevo en Regulares y el teniente coronel Vargas-Machuca me pidió que viniera y así la conocía en persona". Como en la canción de Mecano, el flechazo fue instantáneo. Entre el hombre y la ciudad. Entre Marcos Llago y Ceuta. Entre  el comandante general y la ciudad que le va a entregar, la próxima semana, la Medalla de la Autonomía.

Fiel, quizá a su propio estilo, el general niega que se trate de un premio al ciudadano Llago, sino, por extensión "a todos los militares de Ceuta, a todos los miembros de la Comandancia General. Para nosotros, es importante que nuestro trabajo se conozca, se aprecie. Y esta medalla lo consigue".

Lo que más destaca Marcos Llago de Ceuta, "una ciudad de la que me gustaría ser embajador perpetuo" es su "calidez" a nivel social. "Es gente muy acogedora, además de tener a gentes de diferentes culturas y religiones conviviviendo con la hispanidad como nexo común entre todos ellos. Es una ciudad muy especial, y yo desde luego ya me considero un ceutí mas".

De todo esto hablará el lunes en el discurso, al recibir la medalla. "Tengo el discurso esbozado, aún no redactado del todo, pero lo importante es transmitir  el agradecimiento que se siente" al recibir esta medalla para la que ha sido propuesto, insistimos, a título personal.

Replica del áleo / Mohamed Ettouileb
Replica del áleo / Mohamed Ettouileb

Ser comandante general también implica tener cerca de su lugar de trabajo uno de los detalles más importantes de la historia de Ceuta: una réplica del áleo, el palo que bastaba a Pedro de Meneses para ser gobernador de Ceuta. "Ese momento de poner a los pies de la Patrona aquel bastón de mando, como gobernador militar de la ciudad, fue algo muy especial, sobre todo para alguien como yo que soy cristiano y creyente", desvela.

Marcos Llago: aquel alumno marista que quiere ser embajador de Ceuta