viernes. 19.04.2024
ELECCIONES AUTONÓMICAS

Melilla y la sospecha en las urnas: una vieja historia que se recrudece como nunca

La Ciudad Autónoma de Melilla se ha convertido en los últimos días en el epicentro informativo de esta campaña electoral. El motivo: el elevado número de peticiones de voto por correo, hasta un 20% del total del censo, lo que ha disparado las sospechas de pucherazo electoral en la ciudad hermana. El pasado sábado se vivió el último capítulo de tensión, entre miembros de Coalición por Melilla y del Partido Popular, según denuncia esta formación.
Palacio de la Asamblea de Melilla/ 
Archivo
Palacio de la Asamblea de Melilla/ Archivo

Puede parecer que lo que está ocurriendo en Melilla con el voto por correo en estas Elecciones Autonómicas es flor de un día, o una eclosión desconocida hasta ahora. Pero nada más lejos de la realidad: la ciudad hermana es la única, hasta el momento, en que se han repetido las Elecciones ante la sospecha de un fraude. No ocurrió ayer, ni anteayer, sino en 1989: el Colegio Juan Caro se convirtió en el epicentro de un terremoto político. El Partido Popular denunciaba que se habían cometido entonces irrregularidades flagrantes, como un censo que no se correspondía con el real ni 'casaba' con los números del DNI, actas entregadas sin firmar a los representantes de los partidos o reparto de propaganda en el mismo lugar de los hechos. El Tribunal Constitucional fallaba, meses después, una sentencia histórica, que ordenaba la repetición de los comicios en Melilla. Y bien que lo lamentó, por ejemplo, el propio PSOE. Felipe González había logrado, en la persona de su compañero Julio Bassets, el único escaño en la plaza. Sin embargo, tras la repetición electoral, el Partido Popular logró un escaño -en la persona de Jorge Hernández Mollar, a posteriori en la Eurocámara- que dejaba a los socialistas con un escaño menos de los 176 necesarios para gobernar en solitario el país. El PP ganó las Elecciones Generales seis meses más tarde de que se celebraran, e iniciaba una serie de triunfos electorales en Melilla que, salvo la irrupción del GIL en 1999, se mantiene hasta nuestros días.

Ni siquiera en 1999 las cosas fueron del todo acordes a la ley en Melilla. El GIL obtenía la victoria, aunque con un margen menor que en Ceuta. El empresario Crispín Lozano -conocido también por ser el marido de la presentadora Jacqueline de la Vega- lograba siete escaños, frente a los 5 tanto del PP como de Coalición por Melilla. Completaban el arco parlamentario la Unión del Pueblo Melillense de Juan José Imbroda (3 escaños), el Partido Independiente de Melilla (liderado por Enrique Palacios, presidente entonces de la Ciudad tras abandonar el PP y firmar una moción de censura contra Ignacio Velázquez, líder 'popular'), con otros tantos,  y el PSOE, con Román Dobaños y Malika Mohamed. PP y PSOE pergeñaron un acuerdo de Estado en las Ciudades Autónomas. Si en Ceuta el acuerdo era con el PP (8), PDSC (3) y PSOE (2) para dar la Presidencia a  Jesús Fortes, en Melilla el acuerdo también era entre PP, PSOE, UPM y PIM para dar la Presidencia a Imbroda. Sin embargo, el GIL se movió para ceder la Presidencia a Aberchán... junto a los dos diputados socialistas. Aquello obligó a Joaquín Almunia, entonces secretario general del PSOE, a expulsar tanto a Dobaños como a Mohamed. La segunda puso en un brete a políticos y jueces, puesto que se negaba a devolver el escaño. Sin embargo, al final, cedió lo que posibilitó que se constituyese la Asamblea.

Ocho años después, el GIL ya era historia y el PSOE creía poder volver por sus fueros. De hecho, el secretario general de los socialistas melillenses y antiguo dirigente de la UGT, Dionisio Muñoz, consideró que había una buena oportunidad de que los escaños melillenses acabasen en manos del PSOE. El propio Rodríguez Zapatero, que aspiraba a la reelección, afirmaba contar con el escaño melillense, que finalmente salvó el PP por los pelos frente a la dupla entre socialistas y 'cepemistas'. Sin embargo, ahí entra en juego el voto por correo. El PP denuncia irregularidades en el mismo, lo que acaba en un rosario judicial que, finalmente, deja tanto a Muñoz como a Aberchán inhabilitados y condenados a prisión. La pena de cárcel fue suspendida a condición de que ninguno de los dos cometiese delito en los años que duraba la condena y ante la falta de antecedentes penales. Lo ratificó el TSJA en 2021. Sin embargo, Aberchán preparó su peculiar venganza contra Imbroda. PP, VOX y Ciudadanos suscriben en 2019 el acuerdo que permitiría a Imbroda repetir. Como veinte años antes, el ex presidente se queda con la miel en los labios: CPM y PSOE ofrecen la Presidencia al menos votado, Eduardo De Castro. Este acepta, pese a qu su partido, Ciudadanos, le expulsa de la formación. El actual presidente ni siquiera se presenta para estos comicios.

Y este año, Melilla vuelve a las andadas. La posiblidad de un pucherazo electoral está sobre la mesa, ante las desorbitadas peticiones de voto por correo, que se elevan al 20% del total. La propia delegada del Gobierno, Sabrina Moh, da una orden extraña para estos tiempos: que los efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil acompañen a los carteros para evitar que estos sufran agresiones o robos al llevar la papeleta. Moh afirma haber puesto en funcionamiento "el mayor dispositivo policial" de la historia de la ciudad hermana, extremando la vigilancia en la frontera con Nador para evitar la circulación de papeletas falsas. Ya el pasado fin de semana, dos personas fueron interceptadas por las autoridades con papeletas falsas en la frontera. Se calcula que de los 11.707 votos por correo solicitados, solo serán validados el 7'8% y se ha dado la consigna en todo el territorio nacional de que se muestre el DNI a la hora de votar por correo a candidaturas que se presenten en Melilla. Mientras,comienzan las acusaciones cruzadas en redes sociales. CPM no duda en sacar un vídeo de Juan José Imbroda jr, hijo del ex presidente, en la sede del PP melillense, en lo que parece una negociación por compra de votos. Los datos son duros: votos a cambio de empleos o directamente de dinero, con el futbolista Mohamed Mohand "Chota" como conseguidor. Y se recuerdan capítulos pasados: como cuando en 2015 el profesor y candidato número 6 del PP de Melilla, Bilal Burrahai, explicaba a los padres de la academia donde ejercía que necesitaban conseguir "unos 300 votos por correo" para que los 'populares' siguieran en la Ciudad Autónoma y evitar, así, el cierre del centro. Y la tensión crece.

El último capítulo tuvo lugar el pasado sábado. Según ha denunciado el PP melillense, una familia de militantes 'populares' fue agredida por militantes de Coalición por Melilla, en base a denuncias y partes médicos.Los populares señalan que la caravana de militantes localistas, "llegó a poner en serio riesgo" la "vida" de sus militantes.  Mientras, Melilla desplegará el doble de agentes que Ceuta para el próximo domingo. Solo el Cuerpo Nacional de Policía desplegará en la Ciudad Hermana prácticamente tantos agentes como el total de los tres cuerpos en nuestra ciudad. 

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