Más que a la sorpresa, a lo que ha habido lugar en el Congreso de los Diputados durante la votación de la moción de censura ha sido a la anécdota. Un diputado de Ciudadanos, Pablo Cambronero, integrado en el Grupo Mixto tras sus discrepancias con Inés Arrimadas ha sido el único apoyo que ha sumado VOX a los 52 integrantes de su grupo parlamentario para proponer al ex miembro del Partido Comunista Ramón Tamames como candidato a la Presidencia del Gobierno.
Así pues, el guión salió según lo previsto, con el PSOE y sus socios de investidura bastándose para rechazar una moción que ha contado con las abstenciones del Partido Popular. Sin embargo, la portavoz y secretaria general de este partido no ha ahorrado en críticas hacia un Pedro Sánchez al que acusa de "debilitar a España con sus socios de un Gobierno cainita. Jamás, jamás, nadie ha degradado tanto la democracia", dijo Concepción 'Cuca' Gamarra.
Gamarra, pese a que manifestó compartir el principal objetivo de la moción como era el disolver las Cortes y convocar elecciones para el 28 de mayo, justificó la abstención de su partido en base a que "la moción de censura se ha convertido en una herramienta de promoción personal y creación de relatos adulterados".
La moción de censura deja, además, otro detalle para el análisis. Personificado en la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que intervino para responder a Tamames en nombre del Gobierno. Algo que hay que leer, obligadamente, como un movimiento en el seno de los partidos de Gobierno y en un aislamiento del PSOE a Unidas Podemos. Aquello del divide y vencerás que parece dar un respiro a Sánchez, tanto hacia su derecha como en los partidos que integran el primer Gobierno de coalición de la historia de España y que ha sobrevivido, ya, a dos mociones de censura.
