La asociación 'Residentes en Ceuta' ha emitido esta mañana una nota de prensa en la que pide, literalmente, que no se cruce a Marruecos en las próximas horas. La entidad señala que esta limitación de las salidas que proponen es para "no interferir en los trabajos de contención que se están organizando".
Se trata, según el colectivo, de "una ingente labor que ha sido precedida de arduos trabajos de inteligencia, con el objetivo no solo de desbaratar los planes de los promotores de la marcha hacia Ceuta, sino también para identificar a quienes han urdido estos movimientos que amenazan la paz social de Ceuta y ciudades limítrofes". La entidad explica que estos trabajos abarcan hasta el puerto de Tánger-Med.
También consideran que es "hora de reflexionar desde aquí sobre aquellas leyes y otras disposiciones que alientan ánimos y dibujan éxitos en el imaginario de las gentes, especialmente en una juventud ávida de alcanzar aquello que se le limita y que a su vez ejerce influjo irresistible, siendo el riesgo el de la propia vida. Que el Gobierno central destine millones para la atención de los menores no debería servir de acicate para mantener una situación que tiene como protagonistas a seres humanos indefensos", indica.
Del mismo modo, señalan que "aquellos puestos de trabajo que puedan generarse por esta situación de carácter humanitario y aquellas prebendas económicas que perciben algunas oenegés que siguen solicitando fondos para seguir sirviendo comidas flatulentas, deberían servir como piezas de debate social para dirimir su calidad ética y moral. Los menores no solo precisan de atención alimentaria, también exigen, aunque no lo digan, de mecanismos sólidos que permitan la comunicación con sus padres y familiares. Un canal de telefonía resulta esencial para paliar esta carencia inaceptable. El aislamiento afectivo al que son sometidos contradice las más elementales normas de protección y de asistencia al menor. También hay que hacer mención a las pésimas condiciones de habitabilidad en las que se ven obligados a convivir".
Por último, "Ceuta no puede fiarlo todo al abnegado trabajo de las fuerzas de seguridad. Es necesario explorar vías de comunicación con el gobierno de España para implementar medidas que tenga como fin un mejor conocimiento de la realidad social del hinterland en el que se tiene que desenvolver, tanto en su presente como en su futuro", concluye.