"Una vez el Reino Unido gobernó la India. Ahora es un hindú quien gobierna el Reino Unido", decía un periódico hindú tras el nombramiento de Rishi Sunak. No solo es uno de los primeros ministros más jóvenes de la historia del país; es también el primer hindú, o la primera persona no cristiana, que accede al número 10 de Downing Street.
Shunak también es el primer mandatario que no es nombrado por Isabel II desde hace 70 años, completa así un interesante momento en el Reino Unido. El es primer ministro, y sus padres originarios de India, país enfrentado a la vecina Pakistán desde hace décadas, hasta el punto de que en algún momento se ha rozado la tensión nuclear. El alcalde londinense, Shadiq Khan, es un musulmán de origen pakistaní. Shunak pertenece al Partido Conservador; Khan, al Partido Laborista. ¿Dos hijos de las antiguas colonias disputándose el Gobierno de la potencia colonizadora en un escenario más o menos cercano?. Khan lo niega por activa y pasiva: "tengo el mejor trabajo del mundo: ser el alcalde de mi ciudad natal", ha dicho hace poco en una reunión de alcaldes de grandes ciudades mundiales en Buenos Aires. Pero en política, negarse a querer ocupar un cargo es la antesala de ofrecerse al mismo. Aquello del entrenador ratificado en el fútbol...
El caso es que Sunak no solo es hindú, sino practicante. De ahí que su nombramiento, casualidad o no, en Diwali no haya pasado desapercibido. El propio Sunak celebró su nombramiento hace algunos años como ministro de Economia encendiendo varias velas en Downing Street. Parece claro que es el 'tope político' alcanzado por un hindú en Europa.
En España, el máximo cargo ocupado por una persona de origen indio y religión hindú fue el de diputada en el Congreso. En este caso, de alguien que conocemos muy bien en Ceuta: la consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani. Durante unas semanas, sustituyó a Juan Bravo en el Congreso, tras la dimisión de este para hacerse cargo de la Consejería de Hacienda en Andalucía y hasta la disolución de las Cortes para las Elecciones de 2019.
"Si, lo de Sunak me ha traido recuerdos", confiesa a Ceuta Televisión. "Aunque fuera durante unas semanas, tuve la suerte de ser parte de la soberanía nacional de mi país", confiesa.
Su periodo en el Congreso fue breve, y quizá más recordado por los problemas de Ana Pastor -entonces presidenta de la Cámara Baja- a la hora de pronunciar correctamente su nombre en la toma de posesión del cargo. "Pero para los hindúes de España fue muy significativo tener a alguien en el Congreso".
De hecho "tuve el honor de ser invitada a cenar en la Embajada de India en nuestro país durante aquellos momentos, porque es cierto que fue un hito" para los hindúes e indios. Porque, y al premier británico nos remitimos, ambas cosas no son lo mismo...
