Diego Giraldez, responsable estatal de Seguridad Privada de UGT, ha comparecido este miércoles ante los medios para presentar unas jornadas en las que, durante tres días, se van a situar las líneas estratégicas para el fortalecimiento del sindicato, así como aquellos puntos clave de lo que entienden desde UGT que tiene que ser la seguridad privada del siglo XXI, con la tecnología como factor clave de fricción.
Igualmente, ha explicado, su visita a Ceuta sirve para anunciar las movilizaciones que en el ámbito de la seguridad privada se van a desarrollar a nivel estatal el próximo 2 de abrir, de doce del mediodía a una de la tarde, en este caso a las puertas de la Delegación del Gobierno, para reclamar “justicia para los 80.000 trabajadores del sector” y, más concretamente, por una jubilación anticipada para unos trabajadores que “son complementarios a la seguridad publica, que están en contacto pleno con la ciudadanía, que merecen una jubilación anticipada”, ha asegurado. Y es que la edad media del sector es de 54 años y que fruto de la incorporación de las nuevas tecnologías, ha asegurado Giraldez, son muchos los que van a tener que abandonar la profesión y deben poder hacerlo de una manera digna.
Las movilizaciones se producen, además, en el momento en que el sindicato se encuentra sentado en la mesa de negociación con el Gobierno para situar aquellos sectores que deben contar con coeficientes reductores que permitan la jubilación anticipada. Unos sectores entre los que “tiene que estar la seguridad privada sí o sí”. Igualmente, han explicado desde el sindicato, otro de los puntos clave es el que tiene que ver con los contratos de relevo, por los que van a seguir peleando.
No ha querido dejar pasar la oportunidad el responsable nacional de seguridad privada de UGT para lanzar un mensaje a la administración respecto a la contratación pública de servicios tan vitales como el de la seguridad privada en la frontera de Ceuta. Para Giraldez no es justo que las administraciones empleen esta contratación para recortar derechos, como está sucediendo en este caso, licitando al mejor postor, al precio más barato, que suelen “precarizar las condiciones de los trabajadores”, en este caso en un escenario tan sensible como es el de la frontera.
