Las Brigadas Verdes han recibido lo que consideran "un duro revés" al conocer que su observación para la municipalización del servicio de limpieza ha sido desestimada. La consternación surge ante argumentos que, a juicio de la comunidad, carecen de fundamentos sólidos.
El informe técnico, presentado de manera sucinta "en apenas diez líneas", ha sido objeto de críticas contundentes. La objeción se basa en el hecho de que las Brigadas Verdes, además de sus actividades de jardinería, realizan labores de limpieza y recogida de basura. Este reconocimiento implícito, según argumentan, debería haber sido motivo suficiente para considerar, al menos parcialmente, la observación.
Sin embargo, la controversia no termina aquí. Un argumento "jurídico", emitido de forma irregular por una Directora General con clara filiación política, ha añadido más confusión al debate. En su opinión, la alegación presentada por las Brigadas Verdes es considerada incongruente. Sin embargo, resulta paradójico que el propio convenio firmado con las Asociaciones de Vecinos, y citado en el informe, mencione expresamente la gestión y recogida de residuos, así como la limpieza viaria, como objetivos de las labores realizadas por dichas brigadas. Este aparente contrasentido ha generado suspicacias sobre las verdaderas intenciones detrás de esta decisión.
Este rechazo, más allá de ser un simple trámite administrativo, refleja una posible voluntad política que preocupa a la comunidad. ¿Qué motivos han llevado a cuestionar el trabajo incansable de las Brigadas Verdes, cuya presencia en los barrios es sinónimo de limpieza y bienestar? Son interrogantes que exigen respuestas claras y que ponen en entredicho el compromiso con el medio ambiente y el bienestar ciudadano.
En este escenario de incertidumbre, las Brigadas Verdes reafirman su compromiso con la comunidad y su determinación para seguir defendiendo los valores de limpieza, cuidado del entorno y calidad de vida en los barrios.
