La reunión mantenida en la tarde de este lunes entre el propietario de una de las viviendas ahora desalojadas en la calle Fernández y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, arroja sombras sobre el proceso de derribo del edificio de la parcela colindante que ha obligado a dejar su casa a varios vecinos, al entender los técnicos que hay riesgo de derrumbamiento. La principal, según explica Juan Antonio Cruz, uno de los afectados, es que según el mandatario "la demolición tenía que haberse hecho manualmente y no con una máquina (pala excavadora)". Explica este que el acuerdo con la constructora responsable de la situación parece aún lejano y que la Administración "investigará por qué se iniciaron los trabajos" estando ellos aún dentro de sus casas y "sin avisar". Por ahora, el hombre se niega a reconocer que su vivienda esté en ruinas: "Grietas dentro no hay", asevera.
La vida de Cruz, su familia y el resto de vecinos del 7 de Fernández tornó en pesadilla el pasado viernes, cuando se procedió a su desalojo, con presencia de técnicos municipales, Bomberos y Policía Local. Ellos permanecen ahora en la casa prestada por un empresario local, mientras otros residentes se encuentran en una pensión.
El domingo, siempre según la versión de este propietario, la promotora se puso en contacto con él, derivándole a su abogado que le ofreció "una casa con dos dormitorios en Pasaje Recreo". Una permuta que no está dispuesto a aceptar, pues su deseo es vivir en el centro en un domicilio "con tres dormitorios, garaje y trastero" o en caso contrario permanecer en su actual vivienda: "No está en ruinas, no hay grietas dentro. Yo sé cómo está, que llevo allí viviendo 38 años", asevera.
Pendiente de futuras conversaciones con la constructora, durante la tarde de este lunes, Cruz se reunió con Vivas, en un encuentro que califica de "muy satisfactorio". Este le habría prometido hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudarle a él y a su familia.
Sombras en el proceso
La charla con el presidente, en virtud de lo expuesto por Cruz a este medio, levanta algunas sombras sobre el proceso. Una de ellas es que, según le habría dicho el mandatario, "la demolición se tendría que haber hecho de manera manual y no con una pala". También se pretende dilucidar por qué se llevó a cabo estando los vecinos en casa y "sin aviso previo".
De los datos del expediente de la Consejería de Fomento respecto a la actuación, solo ha trascendido lo señalado por fuentes oficiales del Gobierno a este digital: "Contaban con la licencia de demolición en el solar. De hecho, en el propio proyecto que presentaron figuraba cómo se tenía que actuar al existir una vivienda colindante".
Más allá de este breve apunte por parte del Ejecutivo, la mirada en detalle del procedimiento administrativo debería aclarar si se siguió la normativa o se han cometido irregularidades.
La idea de Cruz es que los técnicos vuelvan a revisar su vivienda, para ver si puede regresar a ella y, en caso contrario, negociar con la promotora la permuta por un nuevo hogar que se ajuste a sus pretensiones. En caso de no lograrlo, tiene claro el camino. "Iremos hasta el final en los juzgados", concluye.
