viernes. 26.04.2024

Tras una larga ausencia de 50.000 años vuelve a cruzar el cielo terrestre el cometa C/2022. Se trata de un pequeño cuerpo rocoso y helado de apenas 1 kilómetro de diámetro.

Fue descubierto en marzo de 2022 por el programa Zwicky Transient Facility (ZTF) Este programa lo opera el telescopio Samuel-Oschin del Observatorio Palomar, en California. Ha sido detectado cuando pasaba por la órbita de Júpiter y esta semana ha pasado cerca del Sol.

Los astrónomos han podido calcular su trayectoria después de meses de observación, señalando que su perihelio, es decir, el punto más cercano al Sol será el 12 de enero. El mejor día para su observación llegará a finales de mes y la mejor ventana de observación será el fin de semana de los días 21 y 22 de enero, además de la siguiente semana.

Thomas Prince, profesor de Física del Instituto de Tecnología de California, explica que el cometa brillará con todo su esplendor “cuando esté lo más cerca de la Tierra”.

En ese periodo pasará entre las constelaciones de la Osa Menor y la Osa Mayor. Posteriormente se podrá ver en el hemisferio sur para luego partir hacia confines del sistema solar, donde probablemente nació.

Cuando un cometa se acerca al Sol, el hielo que contiene su núcleo pasa al estado gaseoso y suelta una larga cola que refleja la luz del astro rey. El rastro brillante es lo que se apreciará desde la Tierra.

Para verlo solo hará falta unos prismáticos o, incluso, a simple vista, siempre que las condiciones lumínicas acompañen. Se podrá vislumbrar en la noche, a condición de que el cielo esté despejado, no haya contaminación lumínica y la luz de la Luna sea tenue y no perturbe.

Un cometa, visible en el cielo a simple vista, por primera vez en 50.000 años