Después de un largo período de ausencia, el Divino Infante ha recuperado su presencia en las calles de la ciudad en una procesión emotiva y significativa. Esta imagen religiosa, que no procesionaba desde hace 14 años, volvió el centro de la ciudad, reviviendo una costumbre que data 2012.
El cortejo, compuesto por costaleros juveniles, abrió las puertas de la Iglesia de los Remedios alrededor de las 16.30 para iniciar el esperado recorrido. La procesión se dirigió hacia Beatriz de Silva y continuó su ruta hasta la Plaza de los Reyes para luego retornar por la Calle Real, culminando en el Santuario de la Virgen de los Remedios. Este emocionante evento no solo reavivó la fe, sino que también convocó a una nutrida concurrencia que acompañó el recorrido con devoción y respeto.
El acompañamiento musical, a cargo de una banda local, agregó un toque festivo y tradicional al evento, interpretando melodías navideñas como "Los Peces en el Río". La rapidez del ritmo y la emotividad de estas canciones populares añadieron un ambiente de celebración y alegría a la procesión, que fue recibida con entusiasmo por los presentes.
El retorno de esta procesión ha sido un momento emocionante para la comunidad, recuperando una práctica que se había extrañado desde hacía más de una década. La presencia del Divino Infante nuevamente en las calles ha dejado una huella de fervor religioso y tradición, reafirmando la importancia de estas manifestaciones culturales y espirituales en la vida de la ciudadanía.