A las 20.00 ha comenzado a funcionar el dispositivo para impedir las aglomeraciones que se pueden producir con la celebración de las hogueras de San Juan. Una hora en la que en las playas de Ceuta se han desplegado efectivos de protección civil para impedir el acceso a las mismas, y en la que los últimos bañistas las abandonan.
Por segundo año consecutivo, y por culpa de la pandemia de coronavirus, no se puede celebrar San Juan, ni la tradicional hoguera en la que se quema el Juanillo, prendiendo fuego junto a él, purificando y transformando en humo, los malos momentos, los sentimientos negativos, “las notas escolares” o cualquier cosa de la que, real o simbólicamente los ceutíes deseen deshacerse.
No habrá los tradicionales fuegos de artificio, ni se podrá recoger piedras o agua del mar, ni se podrá echar al mar el panecillo de San Antonio.
Tradiciones que, por segundo año, no se podrán celebrar, al menos de la forma habitual, puesto que las playas estarán cerradas hasta las 6.00 de la mañana.
El verano llega, aunque no hay “ceremonia” y solo queda el deseo de que, el próximo año, traiga mejores aires, y ¡por fin! Pueda celebrarse con normalidad.
Aunque si de aires hablamos, hay otra tradición que dice que el viento que sopla la noche de San Juan será el que sople durante casi todo el verano, y si se lo preguntan, sopla un poniente suave.