Si hay una cita en la que la puntualidad caballa sale a relucir en, entre otros, en los que el buen ambiente acompañado de un buen maridaje gastronómico se presenta como el rey de la velada. Los mayores de nuestra ciudad tienen la oportunidad de reunirse en torno a una mesa varias veces al año en eventos organizados por la Ciudad, y uno de los reyes es, sin duda, la gran cena de feria, en la que el Parque Marítimo emerge como telón de fondo. Este jueves, se ha repetido, y la Feria, en parte, se ha trasladado hasta la obra de César Manrique.
Estaban citados a las 22.00 horas, pero ya 20 minutos antes la entrada principal, sita en la Marina, comenzaba a ser una gran paseíllo de vestidos de gitana y grandes galas de grupos de amigos, vecinos o familiares, que iban cogiendo asiento bajo la tenue luz para comenzar una larga y entretenida velada.
El cachondeo y la jarana no cabía duda que se iban a dar cita. Si bien, comedidos al principio tras un par de vasos de cerveza vacíos, y pillados 'in fraganti' por las cámaras de Ceutaldia, Ceuta TV y Ceuta Actualidad (como se puede comprobar en el vídeo adjunto) los mayores se deshacían en arte y gracia para confesar que la bebida no iba a sobrar. Tampoco la comida, alguna hasta exótica, como confesaba ante las cámaras entre risas uno de los asistentes. "¿Alguna vez has visto un gazpacho con una gamba? Pues esta estaba hasta violada", se respondía entre las carcajadas de los comensales de su mesa y enseñando al visor el susodicho molusco atravesado con un palillo.
El arte caballa también ha salido a relucir, con dedicación especial a Ceuta ya las cámaras de estos medios (véase el video y la señora que nos lo dedica) pero, sobre todo, el principal actor al que iba dirigido ha sido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien cual Jagger sumido por una marea de fans apenas ha podido dar dos pasos sin que señoras y señores se le tirasen a sus brazos para confesarles que "le tienen un amor incondicional".
Vivas se ha dejado querer entre uno de sus principales caladeros de votos que, no obstante, también le han recordado aquella que otra promesa que hizo en su momento y que todavía sigue paralizada para, nuevamente, volver a prometer "que ya está en marcha".
Política y políticos al margen, con traje de gitana o sin ellos, después de un año y ensayos confesados, los mayores han vuelto a patentar que la farra no es asunto de estado ni de edad, y que el Parque ha vibrado con y sin orquesta para mantener viva la feria y, sobre todo, la fraternidad que se da en la ciudad.
