lunes. 29.04.2024

El cine según Woody

Cartel de la entrevista
Cartel de la entrevista

Probablemente les suene el libro “El cine según Hitchcock”, basado en una serie de entrevistas que en los años 60 realizó el cineasta francés François Truffaut al maestro del suspense; hoy es uno de los documentos de referencia que debería ocupar un hueco en la biblioteca de cualquier cinéfilo, altamente adictivo para los atemporales seguidores del director británico y útil como guía para comprender muchas cosas de cómo funciona y ha funcionado siempre el cine. Además de aprovechar para recomendar la susodicha obra literaria, la saco a colación por la clarísima influencia que ejerce sobre la también recomendable entrevista, con mismo formato, pero lenguaje audiovisual, que ha mantenido David Trueba en Nueva York con el maestro Woody Allen, titulada “Un día en Nueva York”. Este rato de charla entre directores, sentados cómodamente uno frente al otro durante algo más de tres cuartos de hora de cine a pecho descubierto, viene a poner la entradilla al canal temático que Movistar+ ha dedicado al neoyorkino; pero supone además la posibilidad de conocer de primera mano qué opina el autor de buena parte de su obra, entre otras facetas del cine más personales aún.

El cine de Woody Allen siempre parece a punto de extinción (fundamentalmente por la avanzada edad del autor), y sin embargo cada año se pone de actualidad con otro estreno, que supone para los incondicionales como una cita ineludible y deseada con un buen amigo, como viene a decir Trueba en el epílogo de esta entrevista.

También dice, al comienzo, que la figura de Woody Allen copa los medios de comunicación por sus controvertidos asuntos privados, pero que el que nos ocupa es el Allen cineasta, que es el que ocupa e interesa a quien suscribe, y que también es el que aporta el contenido de este trabajo.

Repasa esta entrevista algunas opiniones sobre su obra en sus comienzos, sobre los entresijos de algunas películas que como él mismo dice “de manera inesperada han gustado mucho a la gente”, también llamada desde fuera “obras maestras o cumbre en su trayectoria”, y las inquietudes que han dado con alguna que otra película que le ha supuesto un punto de inflexión o evolutivo en su trabajo como realizador, guionista, o ambos.

Aprovecha el estreno de su última película, Golpe de suerte, una comedia romántica que supone su cinta número 50, la mejor, por cierto, en años, y que desde aquí recomendamos, para hablar de lo que le parece a él el giro de guión bastante esperado que ha dado la industria del cine en los últimos tiempos. Allen asegura que no le gusta que las distribuidoras estén deseando acortar los estrenos en salas comerciales (esto de contar historias y compartirlas con desconocidos en una sala es precisamente lo que al autor le parece el aspecto diferencial del cine), porque el negocio viró hace tiempo hacia la exhibición en los salones de casa. Esto resulta menos costoso, menor es la parafernalia que lleva detrás y exceptuando el encanto romántico y la muerte de las salas comerciales, todo parecen ser ventajas. Ello es precisamente lo que no le convence a este viejo genio, de los últimos autores clásicos con vida, que cuentan esto y mucho más, adentrándose en aspectos de sus hábitos cotidianos con la misma naturalidad y sencillez de la que habla de los asuntos técnicos de sus rodajes, con la importancia que tiene a quien nada le queda por demostrar y a su vez no se da importancia alguna. Se trata del cine y la vida ¿no son lo mismo?, según Woody…

    JUAN CARRASCO DE LAS HERAS [email protected]

El cine según Woody