Hay personas que continuamente están diciendo que las cosas se arreglan en casa, pero luego nunca pasan por ella.
Otras que sí, que están, y que entiendo perfectamente que tengan una cultura proteccionista de algo que es propio, pero cuando sabemos que algo se está haciendo mal la protección no es una buena aliada.
No por defender más intimidad o más respeto eres alguien referente del socialismo, porque sí, estaba hablando del PSOE. Me gusta la gente que trabaja, que se mueve, que se deja la piel, pero también la que lucha para que lo interno vaya mejor. Pero es que hay cosas que no se pueden quedar en las cuatro paredes porque representamos a un partido de mayoría social, somos un partido que sale a la calle a pedir el voto, que necesitamos a las personas para cambiar la gestión de esta Ciudad y que debemos rendir cuentas para ganar su confianza.
Cuando los foros internos no se celebran, se manipulan, no escuchan, pero luego sales a la calle y te paran y te preguntan, no tienes más remedio que responder.
Por suerte o por desgracia, aunque más de uno me quiera eliminar, me siguen relacionando con el PSOE y yo no puedo dejar de dar mi visión de algunas cosas que están sucediendo, ya no a nivel federal, pues todo el mundo sabe de mi desacuerdo con la forma de ejercer Pedro Sánchez la Secretaria General, sino a nivel regional.
No voy a nombrar nada interno esta vez, esas cosas que en verdad a nadie le interesa, lo que sí creo que debo de hacer es mostrar mi malestar al ver a líder de mi partido dando una rueda de prensa con otro líder imputado por una de las tramas más importantes que han existido en Ceuta. No estoy hablando de culpabilidad, pues siempre será inocente hasta que la justicia diga o no lo contrario, estoy hablando de ética y nuestro código no da lugar a dudas ni a error.
Tolerancia cero con la corrupción y dimisión inmediata en el momento en el que estemos inmensos en una investigación. Entonces, ¿qué hacemos ocupando espacio con un diputado que no debería de serlo?
Es contradictorio pedir la dimisión o el cese a los miembros del partido popular, por poner un ejemplo, y luego tener connivencia con el otro grupo de la oposición.
Ya dije que teníamos que romper el acuerdo con Caballas y lejos de hacerlo no solamente compartimos asesor sino que también compartimos bancada. Y encima lo hacemos cuando nos vuelven a salpicar con otro martillazo, ahora el de la Federación de Fútbol, una Federación a la que ya, de momento, se se le debería de cortar su subvención.
A veces, pienso que es normal la desafección política que hay cuando nos hacemos inmunes a la malversación o al tráfico de influencias.
Demos ejemplo para ser un ejemplo.