viernes. 26.04.2024
FÚTBOL

Aridane y Endika: ¿vidas paralelas?

Real Madrid y Club Atlético Osasuna disputarán la final de la Copa de Su Majestad el Rey, tras resolver favorablemente ambos las complicadas eliminatorias que les midieron al FC Barcelona y Athletic Club de Bilbao. En el cuadro 'rojillo', que vuelve a una final 18 años después, milita Aridane, ex central de la AD Ceuta. Su historia ha recordado a no pocos aficionados a la de otro ex blanco, precisamente artífice de la última victoria copera del Athletic: Endika.
El osasunista Aridane podría igualar al ex jugador Endika el próximo mes
El osasunista Aridane podría igualar al ex jugador Endika el próximo mes

El zapatazo con el que Pablo Ibáñez lograba empatar la eliminatoria en San Mamés frente al Athletic de Bilbao a tres minutos de la conclusión de la prórroga es, hasta el momento, el tanto más importante de la historia del Club Atlético Osasuna. El equipo de Pamplona, un conjunto aguerrido por el que han pasado en las últimas décadas jugadores como José Ángel "Cuco" Ziganda, Jan Urban, Michael Robinson, Sammy Lee, Ricardo López Felipe o Sammy Lee se clasificaba para la final de una Copa del Rey 18 años después.

De inmediato, los jugadores rojillos celebraban en el césped de La Catedral un triunfo histórico. Osasuna es de esos equipos de los de 'toda la vida' en Primera División, pero nunca ha conseguido estrenar sus vitrinas. Entre los jugadores más eufóricos en el terreno de juego, el canario Aridane Hernández Umpiérrez. Su buena temporada y su peculiar físico con esas melenas que le acompañan desde siempre le dan bastante carisma. En la grada, los seguidores navarros festejaban el histórico pase a cuartos frente a un rival regional, y que lleva sin conseguir la Copa del Rey, torneo del que era el máxiimo ganador hasta ser desbancado por el Barcelona a finales del pasado siglo,  desde 1984.

Los leones consiguieron aquella victoria en una de las finales más recordadas: no tanto por el fútbol sino por la espectacular y bochornosa tangana que protagonizaron tras el pitido final sobre el césped del Santiago Bernabéu. Los Schuster, Maradona o Migueli se enzarzaron en una trifulca con los Sola -retirado en camilla-, Núñez, Patxi Salinas o Liceranzu.

Y ahora viene un nexo de unión entre ambos partidos, la semifinal del miércoles y la final del 84, a través de dos hombres: Ceuta. O, mejor dicho, el primer equipo de la ciudad. El mismo en el que Aridane Hernández jugó en la temporada 2010/2011; año en que el portugués Joao de Deus (actualmente, 2º en el Fenerbahce turco)  era sustituido a mitad de temporada por uno de los contendientes de 1984, Andoni Goikoetxea. Año del tercer enfrentamiento -segundo de la 'era moderna'- entre el Ceuta y el FC Barcelona en Copa del Rey (0-2 y 5-1 para los culés, con Guardiola al frente) y temporada en la que el Ceuta conoció el 'virus FIFA' debido a la gran cantidad de jugadores caboverdianos que militaban en su plantilla. Era el equipo de los Fock, Valter, Sandro Mendes, Gilson Silva o Vítor Moreno, con un Javi Navarro que llamó la atención de Guardiola y en el que también vestía la elástica blanca quien fuera jugador osasunista dos años después: Raoul Loé.

Aridane, en particular, no protagonizó una excelsa temporada pero tampoco cometió errores de bulto. Cumplió, con sobriedad pero sin brillantez, en un ejercicio en el que fue usado tanto como central como en el lateral derecho, tanto por los técnicos ya mencionados como por el tercero y definitivo de esa campaña, el sevillano José Ángel Moreno. Pero volvamos a aquella final de 1984. Migueli aparte ¿qué tiene que ver con Ceuta?.

Eran los años en que el Servicio Militar era obligatorio. Y de eso se benefició el Ceuta, que obtenía a coste gratis jugadores que mejoraban, con mucho, su plantilla: los Pozo, Camarasa o Albert Jorquera, entre otros. Y en la temporada 82/83, el Ceuta recibió una llamada que era habitual: la de un club superior pidiendo que uno de sus chavales destinados a Ceuta se ejercitase con la primera plantilla: el Athletic Club de Bilbao. Aquel jugador era Endika Guarrotxena.

No era, precisamente, un desconocido: la tradición de cantera del Athletic le llevó a debutar antes de ser llamado a filas con el primer equipo rojiblanco. Entonces, en 1979 puso el gol a una victoria vasca en el Camp Nou (0-1), preludio de lo que vendría años después. De su estancia en Ceuta, aficionados de la época destacaban su poca comunión con una grada que esperaba más de el y que tampoco fue su mejor año. Endika cumplió el acuerdo entre el Ceuta y el Athletic, que por otra parte era habitual: simplemente, que el jugador no jugase a no ser que fuera estrictamente necesario, a cambio de lo cual la Agrupación solía recibir algún dinero. Su paso, pues, por el Murube fue sin pena ni gloria, sin dejar nada especialmente memorable en los escasos partidos que jugó. En aquella plantilla, nombres míticos del fútbol local: Cerezo, Cherino, Manolo Serrán o Almagro en el césped; en el banquillo Manolo De la Torre o Jacob Zafrani.

Un año después, en 1984, aprovechó un despiste en la zaga blaugrana tras recibir un centro desde la banda para batir a Urruti en el minuto 14. Fue el momento culminante de una carrera que siguió después por Valladolid, Mallorca, Hércules o su último equipo, el Benidorm. Posteriormente, tuvo una modestísima carrera como entrenador -el ascenso del histórico Arenas de Guecho a Tercera División fue su mayor logro- e hizo incursiones en política. En 1998 fue elegido miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, en los meses del famoso Pacto de Lizarra y en la tregua de ETA de finales del pasado siglo.

Pero, volviendo al fútbol ¿igualará Aridane a Endika y será el segundo ex del Ceuta que logra ganar una Copa del Rey contra uno de los grandes?. La respuesta, dentro de un mes en La Cartuja sevillana.

Aridane y Endika: ¿vidas paralelas?