Puede que se tenga la sensación de que se está hablando mucho, en los últimos años, de las guerras de Marruecos y el africanismo. Y el detalle es cierto, si esa es la impresión que tienen ustedes. Más no gratuito: en esta década se cumplen cien años de los acontecimientos que modulwron la historia de España y, en parte, de la humanidad para el resto de la pasada centuria. Sin el Desastre de Annual, posiblemente, no hubiera geminado el caldo de descontento que luego acabó en la II República. Sin esta, no hubiera habido Guerra Civil. Sin Guerra Civil, no franquismo ni emigración a otros países. Y así, hasta nuestros días.
Sin el Desembarco de Alhucemas -tan caprichosa es la historia- el general Dwight Eisenhower y el premier británico Winston Churchill no hubieran tenido una base para planificar el definitivo asalto a Normandía. En efecto: sin África, el Día D y la Hora H no hubieran sido posibles. Ni -siempre viene bien recordarlo, por aquello del complejo de nosotros mismos que tenemos los españoles- sin participación de curiosos compatriotas.
De aquel ímpetu africanista queda constancia, sobre todo, a través de lo escrito. La Ceuta de hace un siglo es una ciudad dinámica,que construye su puerto y en el que las familias pudientes dejan su impronta en forma de edificios. Y también de publicaciones, ideologizadas en muchos casos. Del centenario de una de ellas versarán la Jornadas de Historia en su XXVII Edición.
La Revista de Tropas Coloniales, posteriormente África. Una revista que tiene como algunos de sus primeros directores a Antonio Martín de la Escalera (concejal en Ceuta ) o a un militar que dijo a posteriori no entenderse sin África. Entonces era el general más joven de Europa. Se llamaba Francisco Franco Bahamonde.
Las jornadas tendrán lugar del 23 al 28 de septiembre. Otro giro de la historia: la rueda de prensa en la que se han presentado tienen lugar en la sede del Instituto. En el Museo del Revellín. En el mismo edificio en el que hace un siglo se forjó la amistad entre Franco y otro militar, casado por cierto con la ceutí Carmen Pichot, hija del gerente de la empresa de aguas de la época. Su nombre: Luis Carrero Blanco...