Del mismo modo que hace un par de años la mayoría de los españoles sabía donde estaba Wuhan y que era una PCR; de la misma manera que hace dos meses ninguno hubiésemos acertado a reconocer por la calle a Volodimir Zelensky, hace veinte años y medio ningún 'españolito/a' de a pie sabía quien demonios era Osama Bin Laden, ni el Mulá Omar o donde estaban Tora Bora o Herat. La realidad nos hace aprender a golpe de sacudida, de golpe en el mentón, de frotarnos dos veces los ojos antes de comprobar que estamos ante un hecho real y no una ensoñación.
Pero este primer párrafo es común a la mayoría de los españoles. Hace dos décadas, a la hora en que medio mundo trataba de descifrar si la colisión de un avión contra una de las Torres Gemelas era un accidente o algo más, posiblemente Luis De la Corte Ibáñez ya barruntara a lo que nos enfrentábamos. "El día en que empezó el siglo XXI", admite antes de presentar su -recomendable- "Historia de la yihad".
El ceutí, profesor en la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los mayores expertos en geopolítica y seguridad de nuestro país, presenta el título, fruto de "años de investigación" y advierte que aunque tanto Al Qaeda como DAESH puedan haber sido desmanteladas parcialmente o reducida su amenaza "no hay que desdeñarlas. Siguen teniendo organizaciones terroristas asociadas y ahora se están centrando en África, especialmente en la zona del Sahel". Junto a la cada vez más destacada presencia China en el continente, ¿sitúa esto al territorio africano como el gran tablero de ajedrez de lo que resta de siglo?. "Posiblemente, aunque China tenga el interés exclusivo no de desestabilizar, sino de usar materias primas".
Obligado es preguntar por Ucrania: "la peor amenaza para la seguridad de Europa desde la II Guerra Mundial". Ni siquiera "algún pequeño capítulo de la Guerra Fría", admite. ¿Podemos hablar de una posible III Guerra Mundial, o a partir de qué momento podríamos hacerlo? "Esperemos que no, pero ese escenario puede llegar como Putin ataque un país miembro de la OTAN".
A la conferencia, entre otras personalidades, asisten el vicepresidente del Gobierno, Carlos Rontomé o el comandante general, Marcos Llago.
