El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de Comisiones Obreras, Carlos Bravo, se ha felicitado de los acuerdos alcanzados en los últimos meses entre las centrales sindicales, empresarios y Gobierno central para reformar determinadas leyes. Según ha explicado Bravo, de visita en Ceuta "hay que celebrar, también, que la Confederación de Empresarios haya estado en casi todas las negociaciones, salvo en la del mecanismo de solidaridad". Con estos acuerdos, dijo el sindicalista, "hemos ingresado más dinero del que se destruyó con la reforma laboral de 2013".
Pero ¿qué vigencia tendrán estos acuerdos si se produce un posible cambio de Gobierno en la Nación?. "Ayer hemos hecho un emplazamiento o a todas las fuerzas democráticas, y hemos mostrado nuestra disposición a reunirnos para pedirles que se pronuncien sobre el cumplimiento y respeto de todos los compromisos contraidos a través de los mecanismos de concertación social y dialogo social en España. De manera muy singular la reforma laboral, el Salario Mínimo Interprofesional o el sistema de pensiones. Las personas que se han beneficiado de estos acuerdos, tienen que tener garantía de que las fuerzas políticas no van a anular esos acuerdos, antes de que se vote. Lo único que no es estable es la reforma unilateral: la única que se aprobó sin acuerdo desde 1995 ha sido derogada, que es la de Rajoy. La Unión Europea lo sabe bien: las reformas pactadas son las que perduran en el tiempo. El propio PP, tras las movilizaciones de 2017 y 2018, suspendió la aplicación de su propia reforma laboral".
Y cada vez que se habla de pensiones, surge la eterna pregunta: ¿es sostenible el actual sistema de pensiones, teniendo en cuenta además el problema demográfico de España? "Claro que es sostenible. Es cierto que tenemos un incremento de población pensionista, que está empezando a llegar y que de los 10.000.000 actuales vamos a pasar a los 15.500.000 a finales de los años 40. Es cierto que para mantener esto, necesitamos destinar un 15 o 16% del PIB en vez del 12% actual. Es perfectamente factible, puesto que luego las generaciones futuras serán menos numerosas, y por tanto serán menos. Pero un objetivo claro: las pensiones actuales se tienen que mantener. No es el mensaje que se daba en 2013 a los jóvenes, "cotiza como tus padres para tener un 30% menos". No, el mensaje es "cotiza como tus padres para tener unas pensiones como las de tus padres".
