viernes. 29.03.2024

 

 

A las primeras horas del 5 de septiembre de 1936, Antonio Sánchez Prado era fusilado en las cercanías de la actual frontera con Marruecos. El dos veces alcalde de Ceuta y diputado republicano en cortes perdía la vida tras un agónico proceso que comenzó a las pocas horas del inicio de la guerra civil, con su detención y su enjuiciamiento, estando al frente de la última corporación republicana. El pasado año, y coincidiendo con el 80 aniversario de su ejecución y del inicio de la contienda, el Pleno decidió institucionalizar el homenaje. Un homenaje que este año ha llegado con un debate menos intenso. Fueron el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la vicepresidenta 2ª de la Asamblea, Mayda Daoud, los que depositaron la corona de flores delante de la estatua en la Avenida que lleva el nombre del regidor. Entre los asistentes, varios miembros de la corporación así como el delegado del Gobierno y el comandante general. Y el presidente del Colegio Oficial de Médicos, Enrique Roviralta, que glosó la figura de quien fuera compañero suyo de profesión.

 

Sevillano de nacimiento, Sánchez Prado llegó a Ceuta al principio de los años veinte. A la par que ejercía como médico tocólogo, se involucró en la vida social de la ciudad. Miembro del Casino Africano, de la directiva del Ceuta Sport o de la Logia masónica "Hércules", fue alcalde de Ceuta en dos ocasiones. La primera, en 1931 y la segunda, la más larga, durante seis meses en el mismo año en que estalló la contienda. Ganó además fama como un médico cercano y dispuesto a sufragar de su bolsillo algunos tratamientos médicos de enfermos poco pudientes.

Ceuta recuerda a su alcalde más querido en el 81 aniversario de su fusilamiento