En la mañana de este miércoles ha comenzado el derribo de los barracones de El Sardinero; unos antiguos almacenes abandonados desde hacía décadas y que, a principios del presente siglo, saltaron a la actualidad tanto local como nacional al detectarse casos de sarna entre las personas -principalmente inmigrantes- que malvivían en ellos.
El Gobierno de la Ciudad ha emitido un comunicado en el que muestra su "empeño en dejar expedito este lugar, que se había convertido en un riesgo para la salubridad y para la seguridad de los ciudadanos y sobre el que los técnicos de Fomento han trabajado intensamente para conseguir su demolición, de acuerdo a su situación de abandono y teniendo en cuenta que se trata de una propiedad privada". El Ejecutivo recuerda que en el Pleno de diciembre, el consejero de Fomento, Néstor García León, anunció " que esta demolición sería inminente una vez que la empresa propietaria presentara el proyecto de demolición y que la Ciudad se comprometía a agilizar la concesión de la correspondiente licencia para que el solar quedara libre de estas edificaciones".
El Ejecutivo explica que el coste del derribo repercutirá, en base al acuerdo entre administración y propietarios, en los segundos.