La Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno han entregado este viernes, en un acto conjunto, sus reconocimientos en la lucha contra la violencia de género. Una cita en la que ambas administraciones, de distinto color político, han dejado a un lado sus diferencias para unirse en una reivindicación común, la de acabar con la lacra machista y exigir la igualdad entre hombres y mujeres.
El acto ha contado con la intervención del la jefa de la unidad de Violencia de Género de la Delegación del Gobierno, Livia Rosales, quien ha destacado que el de hoy ha sido un acto para “honrar a las personas valientes” que ponen la lucha contra la violencia machista en el foco, es el caso del galardonado con el Premio Meninas de este año, Rafael Mejías, jefe de la UFAM de la Policía Nacional, de quien ha destacado “su compromiso sobresaliente” y su liderazgo, que es “un ejemplo”, así como su coraje, deseando que sus “logros inspiren a la sociedad ceutí”.
El premiado, por su parte, ha querido reconocer el “trabajo excepcional” de su equipo y ha asegurado que este es un premio para todos los que han colaborado para que “las víctimas confíen en nosotros y en las instituciones”, un paso fundamental para tratar de poner fin a la violencia contra las mujeres.
Por parte de la Ciudad Autónoma el reconocimiento de este 2023 ha sido para Nesrin Haddad por su trabajo con las mujeres migrantes. Unas mujeres, ha recordado, que se enfrentan a todo tipo de violencias, más allá de las evidentes, destacando la violencia administrativa, marcada por la Ley de Extranjería, ha asegurado, que las precarizan. Así, ha subrayado, “las mujeres migrantes son las que cuidan de nuestros ancianos e hijos” por lo que ha exigido “mejores leyes para la regularización de estas mujeres”, así como garantizar rutas seguras que eviten fenómenos como la trata.
La última en intervenir ha sido la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina, quien ha insistido en que “en esta fecha levantamos nuestras voces para recordar a las mujeres víctimas y reafirmar nuestro compromiso con la igualdad”, así como para “decir basta al machismo estructural”. En un discurso muy reivindicativo, la consejera ha subrayado que “cada vez que una mujer es agredida se rompe un pedazo de nuestro tejido social” por lo que “no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de las mujeres”. “La igualdad – ha reclamado – no es cuestión de preferencia, es un derecho fundamental”. Es por ello que es necesario “hacer una llamada a la acción, que se refuercen las leyes que protegen a las víctimas, que la educación promueva la igualdad y cambiemos las actitudes” porque “Ceuta puede ser un faro que rechaza el machismo”.
El acto ha contado, además con la actuación de Nazaret Compaz y la academia de danza Allegro. En los dos casos han puesto su arte al servicio de la lucha contra la violencia machista, un eje clave de la sociedad del siglo XXI
