jueves. 28.03.2024

Como máximo en 2029, el porteo será historia. Esa es la intención del Gobierno de Marruecos, expresada a través de su director general de Aduanas, Nabil Lajdar, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento marroquí. Lajdar se ha mostrado, según varios despachos de agencias, partidario de una “solución radical para acabar de forma definitiva con el contrabando” proveniente de ambas Ciudades Autónomas. Para ello, apuesta por la prohibición de la entrada de estos productos para que pueda realizarse de modo paulatino durante cinco o diez años.

 

Lajdar apunta a que existe “otra opción, como la de convivir y gestionar la situación actual mediante la mejora de las condiciones de acceso” de los porteadores a las dos ciudades autónomas, y recalcó que el Gobierno de su país ha destinado en los últimos tres años 2.200.000 euros para acondicionar estos puestos fronterizos. Pese a ello, “siempre habrá problemas”, por lo que el director genral es partidario de “acabar de forma definitiva con la actividad”, aunque eso dependerá definitivamente del Ejecutivo marroquí. Lajdar señala que la persistencia de estas actividades “tiene una especia de efecto llamada para otras personas procedentes de provincias del interior” del país.

 

 

El director general ha cifrado entre 550 y 730 el valor anual de los productos que entran por la frontera de Ceuta, lo que supone para Marruecos una pérdida arancelaria de entre 180 y 270 millones de euros. Cifras que se duplican, según Lajdar, en el caso de Melilla. En la comisión parlamentaria, salieron también a relucir las condiciones “inhumanas” en las que trabajan los porteadores.

Marruecos da una década como plazo máximo para acabar con el porteo