lunes. 29.04.2024
CASO EMVICESA

El patrimonio de López: una decena de operaciones inmobiliarias, un Porsche, la falsa Fuensanta y cabezas de Buda

El patrimonio de Antonio López, principal acusado en el caso Emvicesa, ha centrado el primer bloque del interrogatorio de su defensa que ha tratado de demostrar que la pericia de su cliente en el sector inmobiliario ha sido clave para su enriquecimiento en el marco “siempre” de la legalidad. Más de una decena de operaciones inmobiliarias, “oportunidades” y “estar en el sitio correcto” han marcado el recorrido realizado por López quien además se ha mostrado especialmente dolido por la valoración pericial de los objetos hallados en su vivienda: desde la falsa Fuensanta a las cabezas de Buda.
Antonio López durante el juicio/ Archivo
Antonio López, instantes antes del inicio de su declaración de este jueves / Alejandro Castillo

Demostrar que el patrimonio de su cliente no tiene nada que ver con ningún tipo de actividad ilicita. Ese ha sido el objetivo de José María Calero, abogado defensor de Antonio López, durante todo el primer bloque de su interrogatorio. Un bloque, de los cuatro que tiene previsto abordar antes de que comiencen el resto de letrados, centrado en los bienes del que es el principal encausado del caso Emvicesa, que estos días, por fin, se está juzgando en nuestra ciudad.

Así, Calero ha invitado a su cliente a ir desgranando todas y cada una de las operaciones inmobiliarias que ha desarrollado desde el año 2003 hasta la actualidad, más de una decena que han estado marcadas, en muchos casos, por las “oportunidades” o por “estar en el sitio correcto en el momento adecuado”. Algo de “pericia” también ha tenido que ver, ha reconocido el propio Antonio López, quien ha asegurado que suyo con el sector inmobiliario es un don, aclarando que “nunca he tenido ningún problema con la Agencia Tributaria” en relación con estas operaciones y que “todas mis operaciones han sido declaradas al cien por cien”.

Una decena de operaciones que, salvo en casos muy concretos, como el de la casa donde reside su familia en Ceuta o el ático de Marbella, han tenido como objetivo la inversión. Es decir, el acusado ha explicado que muchas de estas propiedades las adquiría para alquilarlas y posteriormente venderlas, haciéndose con una plusvalía, algo que en los años previos a la crisis financiera era relativamente sencillo en meses. Con posterioridad, su conocimiento del sector bancario (ha explicado que trabajó en BBVA) le permitía también hacerse con propiedades que se habían convertido en activos tóxicos para las entidades financieras en los momentos más duros de la crisis. Así, ha explicado el acusado, se hizo con el “famoso ático de Marbella” como lo ha dado en llamar su abogado. Un ático, ha insistido López, que en ningún momento costó 900.000 euros, como se registró en el informe policial, sino que ronda los 470.000 y que aún está pagando, ha subrayado.

Lo cierto es que, a tener de su declaración ante el juzgado, la suerte ha sonreído siempre a López en el mundo inmobiliario: herencias, divorcios, propiedades problemáticas y situaciones similares han sido siempre “oportunidades” que ha decidido aprovechar, corriendo “riesgos” ha advertido, para incrementar su patrimonio. Un patrimonio sobre el que ahora recae la duda, expresada anteriormente por la fiscalía, de si es fruto de estas operaciones “absolutamente legales” como insiste la defensa, o de “dinero ilícito de diversas sociedades mercantiles, prestamos e hipotecas que satisfacía con el dinero que obtenía de su actividad delictiva”.

Especialmente dolido se ha mostrado el principal acusado con la valoración pericial de otros de sus bienes. Así ha lamentado que se adjudicara un valor superior al millón de euros a uno de los cuadros en su propiedad, el que inicialmente en el informe pericial aparecía titulado como la Fuensanta y luego resultó ser solo una copia. Una copia de la obra de Julio Romero de Torres que la perito valora en 106.000 euros y que López asegura haber adquirido en una subasta por solo 2.500.

Para la memoria quedarán también las cabezas de Buda, valoradas en miles de euros y que “compre en una tienda de Parques de Ceuta por 20 euros” o su “tesoro oculto”, según el que la Fiscalía le negó la libertad en alguna ocasión, ha asegurado, que resultaron ser capturas fotográficas en su móvil de joyas de la Corona de Inglaterra, fruto de su afición a la joyería y la relojería, así como a las antigüedades, respecto a la que asegura estar formándose para convertirse en perito.

López también ha declarado ante el juzgado que compró un Porshe, algo que no está a la altura de todos, pero ha asegurado que “solo” le costó 53.000 euros y que forma parte de la gama más barata de la famosa marca. “Todos los negocios me iban bien, no tengo cargas familiares y me quería permitir tener el capricho de un buen coche”, ha concluido.

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