domingo. 15.09.2024
PREMIO CONVIVENCIA

De Premio Convivencia en Ceuta a presidente de su país

En el 25 aniversario de la concesión del primer Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta, una noticia al otro lado del mundo convierte en protagonista a uno de sus ganadores: el economista bengalí Muhammad Yunus, que liderará la transición a la democracia tras la caída del Gobierno como consecuencia de unas protestas estudiantiles que han dejado centenares de muertos
El nuevo primer ministro de Bangla Desh, Muhamad Yunus, en Ceuta
El nuevo primer ministro de Bangla Desh, Muhamad Yunus, en Ceuta

Tuvo que ser el más enigmático y peculiar de los Beatles, George Harrison, quien sacase del anonimato para medio mundo lo que ocurría a una antigua colonia británica. Harrison, que había conocido la obra de  Srila Prabbupada -gran difusor del hinduismo en occidente-, pero sobre todo a Ravi Shankar: fallecido en 2012, era un virtuoso del sitar, guitarra tradicional tanto en la India como en Pakistán. El británico se quedó literalmente absorto por filosofías védicas y orientales. Pero siempre fue consciente del altavoz mediático que le daba, ante el mundo, ser uno de los 'Cuatro de Liverpool'. Tanto que tras unas brutales inundaciones en el sudeste asiático lanzó, en 1971, un sencillo con nombre de país: Bangla Desh. Esa nación, per se una de las más pobres del mundo, sufrió el azote del ciclón Botha al mismo tiempo que ultimaba su separación de Pakistán.

A finales de ese año, un joven estudiante bangladesí acababa su doctorado en una universidad norteamericana. Nada especialmente llamativo, salvo que se tenga en cuenta un detalle por el que pasó a la historia: la invención de los microcréditos. Ayudas a personas pobres, para que puedan generar su propio empleo. Con esto, se evita en teoría la usura y se tejía un sistema de redes que permitía a unos pequeños emprendedores ayudar a otros. Su nombre: Mohamed Yunus.

Cinco años después de la muerte de George Harrison, Yunus visitó un lugar que seguramente no sabría situar en un mapa: Ceuta. Ahí recogió el Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta, que en aquel 2006 y a propuesta de la Comunidad Hindú decidió premiar a ese hombre de trato simpático, incluso bromista, y conceder 50.000 euros al Grameen Bank: la entidad a través de la que había canalizado microcréditos a millones de personas. Ceuta fue talismán: horas después de recibir el Premio en esa ciudad española del norte de África, el 'banquero de los pobres' recibió una llamada telefónica. El Comité de los Premios Nobel le acababa de conceder el galardón de la Paz. Siguieron muchos más años de vino y rosas: Barack Obama le concedió la Medalla de la Libertad -máxima condecoración civil de los Estados Unidos- y personalidades como el presidente brasileño Lula Da Silva no han ocultado el papel evocador de Yunus en su propia trayectoria personal.

Sin embargo, en su país las cosas no han ido a mejor. El régimen de Bangla Desh le ha acusado de desviar fondos. Son más de cien los cargos a los que el Nobel de 2006 tiene que hacer frente en los juzgados de su país, por corrupción, malversación, blanqueo de capitales y otras lindezas. El siempre ha sostenido que se trata de un burdo montaje para desacreditarle ante sus compatriotas y el mundo por parte de la, hasta hace unas horas, máxima dirigente del país. Una declarada enemiga de Yunus llamada Sheik Hasina.

Esta ha huido de Bangla Desh. Las protestas estudiantiles, reprimidas con 400 muertos durante los últimos días, han acabado con su régimen. Y los promotores de esta propuesta han tenido claro un nombre a la hora de pilotar una eventual transición a la democracia. En efecto: la de aquel bromista y encantador Premio Convivencia de 2006. Casi veinte años después, y a sus 83, Mohamed Yunus se convierte en el nuevo primer ministro de su país. Aquel en el que, como cantaba George Harrison, "la gente muere muy rápido".

De Premio Convivencia en Ceuta a presidente de su país