La apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla era uno de los compromisos alcanzados hace prácticamente un año en el encuentro que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantenía con el monarca del país vecino, Mohamed VI, en Rabat. Un compromiso que, 12 meses después, sigue sin ejecutarse, a pesar de que en los últimos meses se han desarrollado varias pruebas para comprobar el funcionamiento de las infraestructuras instaladas en las fronteras de las ciudades autónomas para poder hacer frente a esta realidad, completamente nueva en el caso de Ceuta.
Desde el pasado mes de abril, han sido varias las fechas que se han establecido para la apertura de esta infraestructura, desde finales del año 2022 al mes de enero de este 2023, sin que ninguna haya sido la definitiva. De hecho, el mes de marzo llega ya a su fin y sigue sin haber una fecha estimada de cuando el tránsito de mercancías entre los dos países podrá realizarse de forma normalizada.
“mantengo un actitud de absoluta lealtad institucional (con el Gobierno de España) en lo que se refiere a las relaciones con Marruecos”
Precisamente sobre esta cuestión se ha interpelado al presidente de la Ciudad durante su comparecencia de este martes, por la tardanza en la apertura y por si se encuentra entre sus temores que Marruecos no vaya a cumplir con el acuerdo suscrito con España. Una cuestión ante la que Juan Vivas se ha salido poco del discurso habitual en estos casos, subrayando que “mantengo un actitud de absoluta lealtad institucional (con el Gobierno de España) en lo que se refiere a las relaciones con Marruecos” y subrayando que, en este sentido, el Gobierno de la Ciudad se mantiene en la apuesta realizada desde el primer momento tras la crisis de mayo de 2021: la exigencia del visado a todas las personas no residentes en el espacio Schengen que pretendan acceder a la ciudad. Una medida que, ha explicado, ha dado resultados positivos, desde la desaparición de los colapsos de tráfico a las anomalías que provocaba en los sistemas educativo, sanitario o económico. Una medida, ha recordado, que por ahora es provisional pero que espera que se mantenga en el tiempo, estableciéndose de manera permanente.
Una esperanza que también mantiene el presidente de la Ciudad respecto a la aduana comercial. “Sigue siendo un objetivo”, ha explicado para, posteriormente, añadir que en su última conversación con el ministro de Asuntos Exteriores este le pidió “un margen de tiempo para poder culminar ese objetivo que, me dijo, para el Gobierno de la Nación es prioritario”. Es por ello, ha continuado Vivas en su explicación, que “estamos dando ese margen de tiempo con responsabilidad”. Ahora bien, el presidente de la Ciudad también es claro a la hora de señalar que espera que ese plazo de tiempo no sea ilimitado, de hecho ha afirmado que “espero que a lo largo ejercicio 2023 podamos tener una aduana comercial sin restricciones mas allá de la ley y las logísticas”.
Una aspiración que habrá que seguir esperando para ver si se convierte en realidad.
