El juicio por presuntos abusos, supuestamente cometidos por un exprofesor del Colegio San Agustín, ha proseguido este miércoles por la mañana con los testimonios de los tres guardias civiles, así como de los peritos - psicólogos y graduados sociales - que han permitido componer un relato con más detalles de los primeros momentos del proceso.
La denuncia partió de la madre de un alumno, quien llevaba un tiempo observando conductas que encontraba "poco habituales" Después de que su hijo recibiese como regalos unos tenis valorados en unos 80€, decidió comprobar el móvil de su hijo, preocupada. En el mismo encontró conversaciones y fotografías del menor - sin camiseta, que la motivaron a acudir a la Guardia Civil "Que me hicieron vomitar" relataba la madre de la presunta víctima.
La denuncia fue trasladada a un sargento de la Guardia Civil, quien instruyó la misma. El agente ha declarado que "no estaba seguro en un principio". El hombre, pese a su experiencia no las tenía todas consigo sobre el alcance de estas conductas ni de la relación entre el docente y su, por entonces, alumnos. Pero las conversaciones de whatsapp entre el ambos, que les exhibió la madre, y las fotografías que aparecían, le generaron sospechas que un comportamiento "poco habitual" y de la posibilidad de que hubiera más menores implicados. En un mensaje se leía que el denunciante "era uno de sus preferidos", pero que "los otros dos" le enviaban más fotos.
El agente instructor ha subrayado que si en ese momento hubiera tenido certeza de algún comportamiento ilícito hubiera procedido inmediatamente a la detención, pero quiso ser especialmente cauteloso, por lo que solicitó a instancias judiciales la autorización para la entrada y el registro al domicilio y poder acceder a material informático que pudiera estar relacionado con la denuncia.
Una vez obtenido, el grupo que dirige se personó en la vivienda del, en ese momento investigado, y tras media hora de llamar a la puerta - especulan de debió pillarle desprevenido, durmiendo impedido en ese momento - se barajó echarla abajo, descartándose.
Se ha destacado que, desde el momento en el que el acusado abrió la puerta, se mostró amable y colaborador en todo momento. Hasta el punto en el que, cuando se le pidió, encendió el ordenador personal y comunicó la clave de acceso.
El grupo de la Guardia Civil, junto con el secretario del Juzgado que levantaba acta del proceso, entraron en la casa recorriendo varias habitaciones, y en una sala de estar - con un escritorio y dos sofás - encontraron el mencionado ordenador iMac. El acusado indicó en qué carpeta guardaba imágenes, al preguntársele, y entre las mismas, entre fotografías de pornografía, se encontró la de varios menores, concretamente del denunciante, en la que aparecía desnudo, según el testimonio de uno de los Agentes, mostrando los genitales. De estas fotografías, en la pantalla del ordenador dentro de la misma vivienda, se hicieron varias fotografías para ser aportadas como pruebas.
En ese momento se procedió a la detención del docente.
El resto de los interrogatorios a los componentes de la Guardia Civil, en la línea de los anteriores, han tratado de determinar la preservación o no de la cadena de custodial y de aclarar unas discrepancias en los códigos de numeración de las bolsas de pruebas en las que se guardaron las evidencias, que difieren del acta del secretario judicial y en el posterior atestado.
Sin una mejor explicación, los agentes interrogados lo atribuyen a posibles erratas, garantizando con su palabra que los efectos no se han manipulado y la custodia no se ha roto jamás.
La Defensa, por su parte ha cuestionado repetidamente la validez de esas evidencias, y queda pendiente el testimonio de los técnicos informáticos de ambas partes para aclarar cuestiones complejas al respecto.
Informe Psicológico
En una declaración conjunta de los psicólogos llamados por la Fiscal y la Defensa, y los Graduados Sociales, parece haber un cierto consenso en que las principales huellas psicológicas, sin llegar a ser patológicas, se han producido a raiz de la judicialización de los hechos, y la exclusión social de denunciante como consecuencia, más que de los hechos denunciados. Aunque, tras el tiempo transcurrido, ya ha vuelto a una relativa normalidad.
Sin que las pruebas practicadas puedan ayudar a determinar más cuestiones.
Por la tarde, será el turno de la declaración del acusado, si es que decide realizarla, y el juicio se suspenderá hasta final de mes - 26 o 27 de enero - cuándo, teóricamente, podrá declarar el perito informático de la Defensa, que actualmente se encuentra convaleciente con COVID.
