martes. 30.04.2024
ATENCIÓN DOMICILIARIA

El personal de CLECE reclama a la empresa estabilidad y respeto a la disponibilidad

El personal laboral de atención domiciliaria, CLECE, ha manifestado este lunes sus quejas a la empresa, pidiendo una mayor estabilidad en los turnos, de al menos dos semanas. Denuncias cambios de domicilios a atender cada 24 horas, provocando la inquietud de los usuarios, o la que le obliguen a tener una disponibilidad telefónica de 24 horas, con el consiguiente estrés y ansiedad, y si remuneración económica, como marca la ley.

Los trabajadores de CLECE – unas 120 personas – del servicio de atención domiciliaria atienden diariamente a una media de 7 usuarios, a razón de 1 hora por cada una. Tiempo que muchas veces es insuficiente. A lo que hay que sumar que el tiempo de desplazamiento entre domicilios hay que descontarlo de esa hora, lo que muchas veces provoca tensiones con los familiares de los mismos.

 

Además, la empresa cambia al personal de domicilio con frecuencia, de acuerdo al testimonio de Estefanía Ruiz, presidenta del Comité de Empresa, una situación que provoca ansiedad en estos, que suelen ser personas enfermas e inestables, al percibir al trabajador como un intruso con el que no están familiarizados. Lo que también dificulta mucho la labor del personal, que no logra mantener una relación empática con el usuario, al que no conoce, lo que impide realizar un trabajo con la calidad que estas personas requieren.

 

Y por supuesto, estos cambios domiciliarios provocan que cada vez que hay un positivo, ya sea en una trabajadora o en un usuario, el número de confinados de dispare por que la cifra de contactos cercanos es mucho mayor.

También han denunciado que la empresa les obliga a una disponibilidad telefónica, a través de llamadas y mensajes, las 24 horas del día, sin pagarles esa disponibilidad, como marca la ley, y generándoles una enorme ansiedad.

 

Denuncian también trabajadores con contratos de 25 horas que realizan 39, y a las de jornada completa hacen igualmente 48 que 25. Horas que se contabilizan dentro de una “bolsa de horas” que hay que completar.

 

Incluyen otras cuestiones como no reconocerles los 15 minutos de descanso cada 6 horas, no contabilizarles los desplazamientos.

 

De la plantilla de unas 140 de hace unos meses, CLECE ha despedido una veintena argumentando que no hay usuarios suficientes. Una situación que Ruiz considera que se produce por el miedo al contagio de la COVID-19 incrementado por la inseguridad que les produce a los usuarios no contar con cuidadores habituales con los que estén familiarizados.

Por todos estos motivos un grupo de trabajadoras se han concentrado a las puertas de la sede de la empresa para manifestar sus quejas.

El personal de CLECE reclama a la empresa estabilidad y respeto a la disponibilidad