Haddu es uno de los taxistas más veteranos de Ceuta. De hecho, tiene cerca la jubilación. A golpe de taxi, de carrera, de bajada de bandera,, de horas al volante, de lléveme a tal sitio, ha logrado sacar adelante una familia con cuatro hijos. Además, iba a recibir una visita muy especial de cara a la próxima Fiesta del Sacrificio: la de un hijo que tiene trabajando en Londres y con todo perfectamente organizado y planificado para poder pasar con su familia unas fechas tan especiales para los musulmanes. Una de sus hijas, Ikram, no solo se gana la vida como dependienta en una conocida firma de ropa deportiva en el Centro Comercial 'Parques de Ceuta', sino que también tiene tiempo para prestar su ayuda como voluntaria en Protección Civil. Ikram, por ejemplo, fue una de las cinco ceutíes que se desplazaron en 2021 a La Palma para ponerse a disposición de las autoridades locales en lo que fuera menester tras el estallido del Cumbre Vieja. "De Ceuta, íbamos dos, una morena y una rubia. Yo soy la morena. Es fácil identificarme", dice con cierta guasa.
El taxista, "el del cuarenta: lo conoces fijo" (nos dicen muchos de sus compañeros, nunca había tenido un problema. Hasta el pasado domingo por la noche. "Nosotros vivimos en El Príncipe, y mi padre estaba estacionado en la parada de Juan Carlos I cuando alguien le pidió que le llevase al barrio. Mi padre aceptó porque, de todos modos, iba a dejar ya la parada y a guardar el coche, así que un dinero que se ganaba". Sin embargo, todo ocurrió de manera diferente a como el bueno de Haddu lo había pensado.
"Le hizo parar primero en las puertas del Polifuncional de la barriada, y le dió orden de ir al estanco de Paco, junto a la Iglesia". Hay apenas unos metros, casi en línea recta si se va a pie, pero callejear con un vehículo lleva más tiempo. "Ahí le pidió que bajasen de nuevo a Juan Carlos I, al bar Camarón, que era donde supuestammente iba". Al llegar al conocido establecimiento, trató de pagarle con dos tarjetas al carecer de efectivo. Las tarjetas 'no funcionaban' y el taxista se dirige, por indicación de su cliente, al lugar donde supuestamente trabaja.Se trata de una vivienda unifamiliar en Avenida de Lisboa, en las cercanías al Centro de Menores del Mediterráneo. "Primero intentan entrar en un acceso en Playa Benítez. Pide que le abran, se identifica, pero nadie sale. Luego llega arriba, y ahí es cuando mi padre le pregunta qué está pasando. El otro le dice que tiene un arrma y que le de todo lo que tenga".
El taxista se baja, le ofrece la recaudación, pero en un momento determinado sufre una agresión. Comienza entonces un forcejeo entre ambos que acaba con los dos rodando cuesta abajo. Para que nos hagamos una idea: empiezan en el Mediterráneo y acaban frente a la clínica de Alfonso Morey, junto a la Loma del Pez. "Ahí es cuando mi padre empieza a gritar socorro, a pedir auxilio". Quiere la casualidad que la primera persona en acudir a esa llamada sea el dueño de la casa en la que, supuestamente, trabajaba el agresor...
Es el, junto a otras personas, quien reduce al atracador. Es el quien atiende al herido. "Solo se el nombre de esa persona, que además conocía a mi padre de antes. Nunca había hablado con el, pero le ha salvado la vida a mi padre", dice Ikram entre lágrimas. El héroe, por cierto, se llama Mohamed.
Al día siguiente, Mohamed visita a Haddu en el Hospital Universitario.. El sujeto, de unos treinta años y con antecedentes, "se cruza conmigo en Urgencias, porque también resultó herido. Lo supe después", cuenta Ikram.
Haddu tiene puntos en la cabeza, mandíbula fracturada, policontusiones...Lesiones varias, mucho dolor y un traslado a la Península que se producirá en próximas horas, contrariamente a lo que se contó en primera instancia. "Al ser mi padre autónomo, por un tema de seguros, tendremos que ir a la Quirón del Campo de Gibraltar", comenta Ikram. La familia está "hundida. En especial, el que peor lo está pasando es mi hermano el de Londres, por la distancia". El veterano taxista nunca había tenido un solo problema, "es un hombre muy querido y respetado". La doctora en Urgencias, "para tratar de animarlo", le dice que le falta poco para jubilarse. "Nunca pensé que sería de esta manera", espetó el taxista...
