jueves. 28.03.2024

La comida es, sin duda, uno de los mayores atractivos del Mercado Medieval, pero no el único. En esta ocasión, vamos a explorar un poco los puestos de las Murallas Reales, sumergiendo en tiempos pasados, para conocer y poder contarles algunas de las cosas curiosas que ofrecen.

Desde juguetes, bisutería, a llamadores de ángeles, cuencos tibetanos y camisetas de todo tipo aparecen en los puestos que podemos ver distribuidos por el Patio de Armas entre los innumerables visitantes.

El primero que nos llama la atención tiene una variopinta muestra de juegos inteligentes, elaborados en madera, cubos de Rubik de distintas formas e incluso bumeranes o peluches e incluso tapices del Ganesh, muy populares en Ceuta. En él se agolpan un buen número de pequeños de ojos curiosos por conocer todos estos “tesoros”

Seguimos nuestro viaje, cual peregrinos combatiendo la marea humana, pero nos llama la atención otro niño jugando con un extraño artefacto que nos explica que se trata de un ‘aro mágico’ mientras nos hace una demostración.

El siguiente puesto que visitamos nos atrapa con el sonido relajante de los cuentos tibetanos y su propietario nos ofrece hacernos una exhibición de limpieza de Chacras, que enseña a los clientes para que puedan usar apropiadamente los cuencos. Una experiencia intensa y relajante, altamente recomendable. La vibración resuena en todo el cuerpo al abrir la caja torácica con la respiración intensa produciendo sensaciones potentes y relajantes.

Tras este momento místico acudimos a otro puesto centrado en los más peques con su oferta de juguetes de madera, que van desde las espadas, escudos y arcos a puzles o trenecitos, aunque nos confiesan que el artículo favorito es la espada de caballero, la que eligen la mayoría de los chavales y muchos adultos, supuestamente para “algún sobrino”.

Cuando ya pensaba en marchame, la iridiscencia de unos extraños artefactos nos atrae como las polillas a la llama hacia un último puesto. La propietaria nos explica que se trata de alienadores de energía, para situarlos en las casas y disfrutar de un mejor ambiente. El otro artículo especial que ofrece son los llamadores de ángeles para que nuestro ángel de la guardia siempre sepa cómo encontrarnos.

Además, ofrece en su puesto juegos de ingenio para agudizar la mente y juguetes satisfactorios que ayudan con el estrés o la hiperactividad. O cajitas con música de diferentes películas como Harry Potter o Star Wars.

Acabamos el reportaje como comenzamos el Mercado Medieval, con el pasacalles y sus hechiceras que siguen embrujando esta feria mientras escoltan al dragón de quien también nos despedimos, por este año.

El Mercado Medieval, casi un "bazar alucinante" de tiempos y tierras lejanas