domingo. 28.04.2024

El "León Milei". El zarpazo (liberal) que pedía a gritos la política

Javier MIlei
Javier MIlei

El Peluca Milei ganó las elecciones primarias (PASO) en una Argentina que parecía destinada al abismo y -con toda la casta torpedeando cada paso- aun así, consiguió más del 30% de los votos: la confianza de esos más de 35 millones de votantes (un sistema electoral que obliga a votar a todos los que se encuentran en edad de ejercer el sufragio activo). Javier, hasta ese momento, tachado de loco y utópico/iluso, ha conseguido convertir esa efusividad en ganas de cambio para su pueblo. 

Por primera vez en la historia de la democracia mundial, un (anarco)liberal tiene la posibilidad de dirigir un país bajo las medidas de un pensamiento que defiende el libre comercio, la propiedad privada y el respeto de la vida en cada una de sus etapas. Un paleolibertario en lo económico y conservador en principios y moral, así es este fenómeno político que ya ocupa las portadas de los grandes periódicos por perseguir la reducción del Estado a su mínima expresión, considerando los impuestos un robo a mano armada al ciudadano… En la ética fiscal, lo único aceptable es recaudar de forma indirecta para que sea decisión del pagador. 

Digno discípulo de la Escuela Austríaca, aclamado por el profesor Miguel Anxo Bastos o por Jesús 

Huertas de Soto por su labor pedagógica en la enseñanza de lo publicado por los grandes: Milton Friedman, Murray Rothbard, Von Mises acerca de cómo debía funcionar un país que quisiera liderar la contienda mundial. También admira a compatriotas como Alberto Benegas Lynch (hijo) -entre otros grandes como Alberdi-. Le gusta mantener largas conversaciones con intelectuales de su talla como Agustín Laje (analista económico) o Axhel Wahnish (un monje rabino con el que comparte inquietudes

espirituales). Un superdotado intelectual que atrae la genialidad e inteligencia, así es este Milei. Un personaje que comenzó siendo arquero en “El Ideal” y que procurará tener entre sus manos el tiro -a toda potencia- de la inflación y el gasto político que se dirige a su portería, en la que está solo ante el peligro, y no puede dejar que le metan ese gol a la blanquiazul. 

Javier eligió cambiar el marco conceptual sobre la lucha entre izquierdas y derechas, dejando de lado esa (burda y ridícula) batalla electoral basada en la mentira y la degradación del gremio al basar la campaña electoral en el insulto al prójimo; por la batalla cultural en la que -para él- se debían combatir conceptos que ya estaban implantados en la sociedad por todos esos años de peronismo pero que son el cáncer de la sociedad. Ese ha sido su secreto: combatir esas ideas socialistas y colectivistas explicando cuán grave era el daño causado por la implantación de estas.

Ha sabido marcar un mensaje, y conseguir a través de la ilusión que millones de simpatizantes se unan a su movimiento y sigan educando al país para no hundirse en la ignorancia y mediocridad en la que les sume -por desgracia- el actual sistema de enseñanza (algo con lo que quiere acabar a través de los vouchers). La educación es su gran reto, después del económico, para que la Argentina vuelva a ser lo que fue. Es tal la diferencia que las costas han pasado de estar llenas de inmigrantes buscando un futuro mejor, a que sus propios paisanos hayan huido del país en busca de ese futuro mejor. Es aterrador como el socialismo es capaz de desolar un país de una forma tan despiadada… 

En sus declaraciones textuales grita “El socialismo: un fenómeno empobrecedor allá donde exista” y es que no confía en lo políticamente correcto ni en los buenos modales para hacer frente a aquellos que se benefician de la pobreza general. 

En cada uno de sus mítines se desvive demostrando cuantitativamente en términos de economía, libertad, sociedad y esperanza de vida la eficacia de los países que decidieron abrazar el capitalismo frente a aquellos países que viven bajo el devastador “zurderío”. No falta la escenificación, acompañada de sus himnos, como bandera de combatir a estos zurdos con “Panic Show” o “Los zurdos tienen miedo, la casta tiene miedo”. 

España envidia a los argentinos por tener a ese líder tan didáctico y convencido. Javier, te esperamos para que sigas despertando a estos leones que los adoctrinaron (por falta de pensamiento crítico y desconocimiento de las ideas de la Libertad) en el sueño de la falsa idea del Estado y el colectivismo porque… -suscribiéndote- “Están perdiendo la batalla cultural, por primera vez se ven acorralados”. Enhorabuena, León. Lo conseguiste. 

¡Viva La Libertad, Carajo!  La Libertad Avanza. 

El "León Milei". El zarpazo (liberal) que pedía a gritos la política