sábado. 27.04.2024

La pandemia ha impedido, como decíamos recientemente, que se celebrasen como debía una serie de aniversarios señalados. Para este año, una de las entidades más respetadas dentro del deporte ceutí cumple sus bodas de brillante: 75º años desde que un grupo de aficionados a la natación decidiera fundar el Club Natación Caballa.

 

Hablar del Caballa es hacerlo de  uno de los 'santos y seña', como decíamos, de nuestro deporte. La lista de grandes figuras nacidas en esa piscina comienza a ser, afortunadamente, inabarcable: los hermanos Molina Ríos, con Guillermo a la cabeza, Lorena Miranda, Vicente Matoso jr. parecen tener continuidad en nuevas generaciones como Alberto Ortega y Daniel Castro, ya convocados por la selección española en categorías inferiores. Hay un dato incontestable: a excepción del futbolista Francisco Espíldora -nacido, de casualidad, en una ciudad de la que se fue a los dos años y a la que regresó para jugar un partido de juveniles- y del piraguista José Ramón Díaz-Flor todos los deportistas ceutíes en Juegos Olímpicos han tenido alguna vinculación con el Caballa.

Incluso algunos adoptivos: un joven soldado que hacía la mili en Infantería de Marina estableció vinculación con el club de la calle Independencia. Era originario de Manresa (Barcelona) y se llamaba Manel Estiarte Duocastella. Con seis participaciones olímpicas a sus espaldas y considerado como el mejor jugador de la historia del waterpolo, el resto es historia.

 

Ello, por no hablar de las tradicionales Copas de Navidad o Feria o de tantos eventos sociales (bodas, celebraciones de todo tipo) realizadas en ese saliente del Foso de San Felipe. Setenta y cinco años, pues, de historia deportiva pero también social de nuestra ciudad. Los amantes de la casualidad dicen que los grandes aniversarios en el deporte suelen decorarse con grandes triunfos. De momento, este año el conjunto masculino lidera su grupo de la Primera División, escalón previo a la máxima categoría. El grito de guerra de sus equipos es aquel de las "Sardinas vivas". Y más que nunca, parece ser. Afortunadamente.

 

 

Sardinas más vivas que nunca