El pasado mes de octubre de 2021, hace ahora un año, la Dirección Provincial de Educación culminaba el procedimiento iniciado tras la crisis fronteriza del pasado mes de mayo y ponía en marcha, en horario de tarde, en los distintos institutos de nuestra ciudad las aulas de inmersión lingüística mediante las que se dotaba de atención escolar a los 182 menores en edad de educación obligatoria, es decir, menores de 16 años, que permanecían en nuestra ciudad. Ahora, un año después, tal y como ha explicado la directora provincial de Educación, el número de menores escolarizados, ya por la vía ordinaria, es de 52, en total 130 menos que los que se atendían en el momento de mayor ocupación del pasado curso.
Unos jóvenes que han sido matriculados en los institutos de la ciudad que contaban con plazas en los cursos pertinentes y que, en caso de no haber alcanzado el nivel necesario en las clases de inmersión y adaptación a las que asistieron el pasado año, han sido escolarizados en un curso menos al que les correspondería por su edad. En esos casos, además, los chicos cuentan con clases de refuerzo de lengua castellana, fundamental como vehicular a la hora de comprender el resto de materias.
Una escolarización, ha explicado Yolanda Rodríguez, en la que, como no podía ser de otro modo, "se están tomando todas las medidas de atención a la diversidad para que se puedan incorporar al sistema sin ningún problema", subrayando, además, que la incorporación de estos menores al sistema ordinario no ha generado ningún tipo de incidente.
Respecto a aquellos menores que en el momento de iniciarse el curso pasado eran menores, y ya fueron escolarizados por la vía ordinaria, tan solo queda uno en la ciudad, ha explicado Rodríguez, cursando sexto de Primaria. Una cifra que contrasta, y mucho, con los 19 que iniciaban el curso el pasado año. Su salida del sistema se ha producido, en algunos casos, por reagrupaciones familiares en otros puntos de nuestro país, y en otros por su regreso a su país de origen junto a sus familias.
