Javier Sakona arranca este viernes, desde las seis de la tarde, en el Instituto Cervantes de Tetuán, la que será su primera gira internacional. Una gira que mantendrá expuesta su obra fotográfica hasta el 6 de abril en Tetuán y que, posteriormente, la llevará a Rabat y Marruecos.
Una exposición que se internacionaliza, ha explicado, gracias al que ya se ha convertido en “casi mi mecenas”, el ex delegado del Gobierno, Rafael García, que fue quien el pasado año, en el transcurso de una visita del director del Instituto Cervantes a Ceuta, le invitó a visitar la exposición 'Ex Marginem', entonces en el Museo del Revellín. A partir de ahí, ha explicado, fue él quien le dijo que podría exponer en Tetuán. “Me pidieron el dossier y aquí estoy, en mi primera gira internacional, que viste mucho”.
Tan solo una parte de 'Ex Marginem' ha viajado a Marruecos, las fotografías se encuentran en el país vecino desde ayer, aunque ampliada. 'Óxido' llega al Instituto Cervantes de Tetuán pasando de la decena de fotografías expuestas en Ceuta a un total de 36 aunque, confiesa el artista, podrían ser muchísimas más porque tiene un disco duro completo de fotos centradas en la misma temática.
Una temática que se basa en las escenas, que pueden parecer pinturas abstractas, capturadas de cascos de barcos “ruina” que han pasado por el Puerto de Ceuta. El primero, el que le dio la idea, fue el 'Rhone', un barco quimiquero que dejaron abandonaro en el Muelle España. “Me acuerdo perfectamente del momento, aunque no de la fecha”. “Haciendo un reportaje me di cuenta de lo bonito que era su casco oxidadísimo y que si te centrabas en las texturas y los colores podía jugar a ser expresionismo abstracto”. A ese momento le siguió un trabajo de años, en el que a través de la web que indica que barcos cruzan el Estrecho, miraba qué barcos entraban al puerto y cuáles le podían interesar para su trabajo. Era, ha explicado, “una especie de caza paciente” mediante la que poco a poco “he atesorado miles de fotografías”.
La situación, ha explicado, ha ido cambiando Ahora ya no es tan fácil el acceso al puerto, hay más medidas de seguridad y los barcos en peores condiciones ya no entran a repostar a Ceuta para evitar las inspecciones. Ahora, ha asegurado, es más difícil pero el trabajo se puede seguir haciendo porque “la cuestión es buscar la belleza en esas manchas que deja la vida, que nos deja la vida a todos”.
Alejado del periodismo del día a día y dedicado a la comunicación política, Javier Sakona no ha perdido su pasión por la fotografía. “Hasta que no expuse las fotos de los óxidos en el Revellín nunca había mostrado esa parte de mi trabajo, no había enseñado esa cosa íntima que hacía porque me gustaba y que no sabía si se entendería” pero, aclara, “como me dijo Hamadi Ananou hacer una exposición significa exponerse” y le sorprendió que aquella gustara tanto. Por eso, confiesa, “me he armado de valor” y ahora trabaja en otros proyectos. Una prueba de que Sakona, el fotógrafo, el artista, tiene cuerda para rato.