Hay teorías que señalan que fue una mala traducción, o simplemente ocurrió. Como en todo lo relacionado con la fe, que cada cual se quede con la versión que más le plazca, pero el hecho señala que Cecilia hablaba con Dios mientras sonaba el órgano. Por ello, a aquella romana de hace casi dos mil años se le recuerda como Patrona de la Música.
Sea como fuere, el caso es que cada 22 de noviembre -fecha en que se conmemora su fallecimiento en Sicilia, en el año 230-, su onomástica es el pretexto para homenajear a uno de esos regalos para el alma, cuyo origen no tenemos claro del todo ni falta que hace: la música.
En Ceuta, una tarde desapacible ha servido para que la Orquesta Europea del Sur ofrezca un interesante concierto, con piezas que más que clásicas ya resultan populares: desde El Barbero de Sevilla de Rossini hasta Suspiros de España, de Álvarez, pasando por Mozart o la verdadera música clásica de nuestra época: las bandas sonoras. En esta ocasión, con el abrigo sonoro a uno de los mejores cantos de amor al cine jamás rodado, "Cinema Paradiso" del inmortal Ennio Morricone.
La cita ha sido en el Auditorio del Revellín. El lugar es lo de menos: música, siempre, por favor. Que no falte...
