jueves. 02.05.2024

"Recuerdo cada minuto de aquella mañana. Me dirigí a trabajar y, como siempre, puse la radio en el coche. Escuché que había una explosión. En principio dijeron que era en el AVE; no es que me alegrase, obviamente, pero sentí cierto alivio, porque no era el tren que cogían mis hijos. Luego, dijeron que habia explosiones en los trenes de cercanías y empecé a preocuparme". Quien así habla es Ángeles Pedraza. Su hija, Myriam es una de las 192 personas que tal día como hoy, hace 18 años, encontraron la muerte en el mayor atentado terrorista de la historia de Europa.

 

De aquel día, recuerda, "empecé a buscar a mi hija, por los hospitales, por IFEMA. Tenía una sensación encontrada: por un lado quería encontrarla como fuera y tenerla como fuese. Luego llegué a plantearme que era egoista; mi hija no hubiese querido vivir en cualquier condición. Llega un punto en que lo que quieres es que alguien te diga algo, que te saque de la incertidumbre". Pedraza recibió ese día "la peor noticia que alguien puede recibir en vida, como es la muerte de un hijo. Hay gente que muere con los hijos; hay otras personas que aprendemos a contemporizar el dolor. Pero nunca llegas a olvidarlo, tu vida no vuelve a ser la misma. No olvido ni un minuto de ese día".

Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo entre 2011 y 2016, hará este viernes "lo de todos los años. A las doce me iré al Retiro, al Bosque de los Ausentes, y colocaré un ramo de margaritas" en recuerdo de las 192 personas que murieron hace 18 años.

 

Llega este aniversario coincidiendo con la puesta en libertad de muchos de los condenados. "Solo quedan seis en prisión. Siempre se habla de los acercamientos de los presos de ETA, pero se habla poco de las salidas de los que cometieron los atentados de Madrid. En nuestro caso, y al dolor que siempre es sobrevivir a un hijo, hay que añadir estos privilegios".

Pedraza integró la candidatura del PP en las últimas Generales, pero no evita cierta crítica con la clase política. "Ver como la gente botaba en Ferraz, celebrando que habían ganado... ¿Qué habéis ganado qué, un asiento en Moncloa?". No elude tampoco la crítica a su partido en aquellos días: "unos y otros perdieron el control  de la situación, más pendientes del 14 de marzo que del 11. Yo en principio no creía que hubiera que suspender las elecciones, porque el terrorismo nunca puede condicionar la vida democrática de un país, pero luego con el paso de los años considero que debió haber sido así. Eran 192 víctimas mortales", recuerda.

 

El cariño de la gente "no ha disminuido con el paso de los años, aunque lógicamente todo el mundo va a lo suyo. Yo misma, antes de que me viese en esa tesitura, iba a las concentraciones por cada atentado de ETA, pero luego a los quince días no me acordaba de aquella familia. Eso es lógico; pero la respuesta de la gente tanto en esos días como cada vez que llega un aniversario del atentado la gente se vuelca con nosotros".

En cuanto a las víctimas "hubo gente que intentó manipularlas, y quien se dejó manipular. Pero se traspasaron determinados límites, como llegar al punto de acusar a las víctimas de hacer política. En esos trenes viajaban votantes de todos los partidos políticos, de todas las ideologías, y no se puede dividir a las víctimas en función de lo que votasen".

Entre las familias "ha surgido un vínculo, una amistad, una familiaridad. Hacemos algunas actividades en conjunto; terapias y charlas de grupo y mantenemos el contacto". Y a las nuevas generaciones les pide "que no olviden, pero para ello pediría que los libros de texto, igual que incluyen las repúblicas o la guerra civil, incluyan el Terrorismo. De una manera didáctica, que permita que la gente entienda lo que pasó y que la violencia nunca es el camino".

Ángeles Pedraza: "La libertad de los terroristas es un dolor añadido"